Se negaron a declarar los cuatro imputados por el asesinato de Santiaguito

Se trata de un matrimonio, el hijo de éstos, y el padrino de éste, todos detenidos como autores del delito de "secuestro extorsivo agravado seguido de muerte".

Por Canal26

Jueves 23 de Octubre de 2008 - 00:00

Los cuatro detenidos por el secuestro y asesinato del niño Santiago Miralles, ocurrido en agosto de 2005, se negaron a declarar en la primera audiencia del juicio que lleva adelante el Tribunal Oral Federal I de La Plata.

Se trata del matrimonio conformado por Enrique Eloy Coito Piriz y Ana Isabel Machado Vargas, el hijo de estos, Henry Alexander Coito Machado y el padrino de éste, Abel Domínguez Farías, todos imputados como autores del delito de "secuestro extorsivo agravado seguido de muerte".

Durante la audiencia que se realizó hoy en los Tribunales Federales de La Plata, los cuatro imputados hicieron uso del derecho de negarse a declarar, aunque Abel Dominguez Farías acusó ante el Tribunal que "la causa está armada", en referencia a que no tuvo participación en el hecho.

Los tres hombres y la mujer, todos de nacionalidad uruguaya, están acusados de secuestrar y matar al niño Santiago Miralles, de 6 años, en julio de 2005, en la localidad bonaerense de Canning, partido de Echeverría.

Según consta en la causa, "Santiaguito" fue visto por última vez a las 16 del miércoles 13 de julio del 2005 mientras jugaba en la vereda de su casa.

De acuerdo a la investigación, casi 24 horas después sus familiares recibieron una llamada extorsiva en la que un hombre les exigió 20 mil pesos para liberarlo sano y salvo.

En el llamado le exigían además a la familia que retire a la policía de la investigación y a la prensa que se había apostado en la puerta de su casa tras la noticia del secuestro del menor.

Los padres del niño desaparecido lograron juntar para el día siguiente unos 5.000 pesos, pero los delincuentes nunca más se comunicaron.

Tres días más tarde, la policía encontró el cuerpo de Santiaguito en una cámara séptica ubicada en una quinta en la que tres de los detenidos y trabajan de caseros, vivienda que era lindera a la de los Miralles.

La autopsia reveló que el niño murió como consecuencia de un traumatismo de cráneo y asfixia por inmersión, ya que recibió al menos dos golpes en la cabeza provocados por una maza u otro objeto similar.

Una vez inconciente pero aún con vida, lo introdujeron en la cámara séptica con un soga atada en la cintura a la que anudaron una caja con cerámicos.

De acuerdo a la investigación, los detenidos le habían pedido los 20.000 pesos de rescate con el objeto de montar una remisería, ya que ninguno tenía un empleo fijo y se dedicaban a tareas de
albañilería y la mujer a limpiar casas en los countries de la zona.

Tras más de dos meses de sucesivas postergaciones por planteos que efectuaban las defensas de los detenidos, en la primera audiencia del juicio declararon también los padres de Santiaguito, Silvia Morales y Walter Miralles.

Sin embargo, previa a su declaración, el Tribunal debió resolver el planteo del abogado defensor de dos de los detenidos quien pidió que no se le tomara declaración testimonial debido a que los padres de la víctima son también querellantes en la causa.

Según el abogado Ricardo Grinberg, el querellante "tiene un interés subjetivo en la causa y su declaración hasta puede transformarse en una especie de alegato".

Sin embargo, por unanimidad, el Tribunal rechazó ese pedido, ratificó que el principio general es que "no hay limitaciones para ser testigo" y le recordó al abogado que él mismo había propuesto al padre del menor como testigo.

Previa a su declaración, Walter Miralles, explicó a Télam que está pidiendo Justicia "desde hace tres años y 50 días".

"Tenemos todas las pruebas porque se lo encontró en la casa de ellos, de nuestros vecinos, muerto con un golpe en la cabeza, se encontró el baño manchado de sangre, parte de masa encefálica, huesitos del cráneo y estaba en la cámara séptica de la casa de ellos", recordó el padre.

Agregó que con esas pruebas "creo que lo único que le puedo pedir acá es la reclusión perpetua para los cuatro, porque los cuatro estaban involucrados en esto".

Miralles sostuvo que su hijo "tenía solamente seis años y no era ningún peligro para nadie... y lo mataron de un golpe, como no se mata ni a un animal.

El padre de Santiaguito afirmó que "de un día para otro decidieron quitarle todos los derechos, todo el futuro y también te matan como familia".