Escándalo en La Feria

…presentación de un trabajo que denuncia malos tratos físicos y tortura ejercidas en las cárceles federales argentinas.

En la mesa principal del debate, durante la presentación del libro "Cuerpos castigados" de la Procuración Penitenciaria Federal, se encontraban Horacio Ravenna; el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Ezquivel y el procurador Francisco Mugnolo y Alcira
Daroqui, autores de la investigación.

Durante el transcurso del debate, irrumpió Julio Cepeda, director general del Régimen Correccional del Servicio Penitenciario Federal, para desmentir los datos que Daroqui,
acababa de brindarles a los presentes.

"No es verdad que el Servicio Penitenciario Federal no tenga datos confiables y propios de lo que ocurre en las cárceles federales", dijo Cepeda dirigiéndose al panel.

También negó que esté prohibido el ingreso de organizaciones de derechos humanos a las cárceles, un hecho que generó la reacción inmediata de Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora y de Oscar Castells Novo de la Agencia Walsh, quienes lo trataron de "mentiroso".

"No es verdad que este prohibido el ingreso a las cárceles federales de la Organizaciones de Derechos Humanos", puntualizó Cepeda en medio de la discusión.

Mientras tanto, Cortiñas ponía en el tapete la necesidad de que "los Organismos de Derechos Humanos estemos vinculados con la gente que está detenida para recibir de mano directa sus reclamos de malos tratos".

La integrantes de Madres dijo asimismo que "acá hoy se destapó lo que es la mentira de las autoridades del Servicio Penitenciario Federal y del Ministro de Justicia Aníbal Fernández".

Por su parte, la responsable de la investigación del libro, Alcira Daroqui, sostuvo que el libro de la Procuración Penitenciaria de la Nación, "es contra la tortura y los torturadores" de las cárceles federales.

"Queremos hacer público aquello que se esconde en el ocultarismo de las informaciones que vienen del Ministerio de Justicia", dijo y agregó que "por eso que le pedimos a los
responsables de las cárceles federales, que no nos pidan los nombres de los encuestados para el libro, pero si que se acuerden de los nuestros, porque donde nosotros estemos, hoy, mañana y siempre, estarán las voces de los que son torturados" en las cárceles federales.

En tanto el titular de la Procurador Penitenciario de la Nación, Francisco Mugnolo, sostuvo entre otros términos que "los que están privados de su libertad, tienen los mismos derechos que las personas libres".

El libro Cuerpos Castigados "es un libro que habla y nos cuenta la realidad que cambiar, señaló Mugnolo, quien afirmó que "sale de la profunda convicción que tiene este Procurador sobre los derechos humanos" de los privados de su libertad en las
cárceles federales.

Mugnolo agregó; "En una determinada etapa de la vida las personas tienen que tomar decisiones. Algunos optan por callar lo que saben, otros por decir verdades a medias. Nosotros elegimos hacer público lo que sucede en las cárceles que se basan en las
torturas, el ocultamiento y las prebendas".

Aclaró también que durante todos estos años, presentó anualmente ante el Congreso de la Nación, "los resultados de su gestión, donde se marcaba claramente, como se torturaba y maltrataba a los detenidos del Sistema Carcelario Federal"

"Hemos decidido presentar esta investigación, con las consecuencias que me puede acarrear en lo personal, pero no vamos a ser cómplice de estas prácticas sistemáticas utilizadas en los gobiernos de facto que cometían delitos de lesa humanidad" , dijo
el procurador.

También, afirmó que "esta investigación se realizó con el compromiso y el trabajo de las personas que trabajan en la Procuración, quienes en forma totalmente voluntaria han duplicado su labor, con los resultados que hoy estamos presentando"

Para el libro se realizaron encuestas a 939 personas, un número que representa el 10 por ciento del total de la población de todo el Servicio Penitenciario Federal.

El 64 por ciento de los encuestados dijeron que fueron golpeados y torturados.

En tanto, el 34 por ciento que fueron lesionados alguna vez y el 85 por ciento de los jóvenes y adultos privados de su libertad recibieron golpes y torturas.