Detenida por 900 estafas inmobiliarias

Una mujer acusada de cometer cerca de 900 estafas durante 10 años con las cuales recaudó tres millones de pesos simulando ser gestora inmobiliaria y engañando a personas que buscaban departamentos en alquiler con oficinas "fantasmas", fue detenida hoy en el barrio porteño de Almagro, informaron fuentes policiales.

La acusada se hacía pasar como abogada y gestora inmobiliaria con documentación e identidad falsa, cambiaba su fisonomía para cada ocasión y su maniobra consistía en entregar en alquiler un departamento a varias personas a la vez, para luego escaparse y desaparecer con el dinero correspondiente a las señas de cada una de sus víctimas.

Al momento de la detención, la imputada decía llamarse Marcela Adriana Lauria, aunque en numerosas transacciones utilizaba el nombre de Ana María Guerrero, pero al ser debidamente identificada se comprobó su verdadero nombre que nada tenía que ver con los que utilizaba para cometer los engaños.

La detención fue realizada por detectives de la División Búsqueda de Personas de la Superintendencia de Investigaciones Federales durante un allanamiento realizado en una vivienda situada en Eduardo Acevedo al 300.

En el lugar se incautaron 26 documento nacional de identidad (DNI) a nombre de distintas personas con fotos de la detenida, tres credenciales de abogados con la foto de la mujer y con otra filiación, y contratos de alquileres y escrituras de inmuebles apócrifas.

La acusada operaba cambiando su fisonomía con distintas identidades, portando documentos apócrifos, y encarnaba el papel de gestora de inmobiliaria, operando en importantes barrios de esta Capital Federal y en la zona norte del Gran Buenos Aires.

Los investigadores establecieron que sobre la acusada, de 54 años, pesaba un centenar de capturas vigentes a solicitud de distintos tribunales de la Capital Federal, como así también de la provincia de Buenos Aires, llegando a cometer las casi 900 estafas, recaudando con sus engaños más de tres millones de pesos.

La imputada se dedicaba a captar victimas de buenos recursos con necesidad de conseguir viviendas, para lo cual ofertaba departamentos en alquiler en periódicos e Internet, con precios accesibles y trámites ágiles para la posesión inmediata, siendo su radio de acción zonas de importante poder adquisitivo.

En la pesquisa, los efectivos de la División de Búsqueda de Personas establecieron que la imputada, operaba en los barrios porteños de Recoleta, Palermo, Almagro, Villa Devoto y Caballito, donde montaba lujosas oficinas y se hacia pasar como abogada, gestora de alta reputación y además decía ser asesora en el Congreso de asuntos inmobiliarios.

En sus oficinas "fantasmas" la imputada colgaba los falsos títulos y exhibía las credenciales apócrifas que la acreditaban como reputada profesional.

La maniobra consistía en conseguir un buen departamento que luego alquilaba.

Tras esa primera maniobra, la mujer lo subalquilaba a varias personas a la vez, realizando el correspondiente contrato en distintas escribanías, utilizando varios nombres, como así también portando otras documentaciones personales.

La detenida fue traslada a la Alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones Federales desde donde se la puso a disposición del Juzgado interventor.

Interviene en la investigación de la causa caratulada estafas reiteradas el titular del Juzgado Nacional en lo Criminal Nº 12, Ricardo Warley, de Capital Federal.