Suegras vs Nueras

En la India aún rige la tradición de la dote y las mujeres al casarse...

Por Canal26

Jueves 15 de Junio de 2006 - 00:00

...deben ir a vivir obligatoriamente a las casas de sus suegros. Las víctimas murieron quemadas en la cocina, apuñaladas en el cuarto de baño o envenenadas con raticida. Las victimarias dicen que son “accidentes”.

La Comisión Nacional de la Mujer de la India publicó el último informe sobre la guerra de las dotes y otros abusos sobre mujeres: una mujer es torturada en la India por su familia política cada nueve minutos y al menos una víctima fallece cada 75 minutos. Los homicidios por asuntos de dote ha pasado de 400 casos anuales a mediados de los 80 a los más de 7.000 que se produjeron en 2005. Ni el boom económico indio que asombra al mundo ni la modernización de las grandes urbes han logrado detener una epidemia de asesinatos y abusos en la que se mezclan la codicia, tradiciones milenarias y una atípica discriminación de género en la que verdugos y víctimas son, en ambos casos, mujeres.

La prisión de Tihar se sostiene a duras penas en las afueras de Delhi, con sus edificios inmensas celdas donde unos presos duermen, sobre otros. Es, con más de 16.000 internos, la mayor cárcel del mundo. El Bloque Número 6 sorprende porque está relativamente limpio. Llevan el pelo bien arreglado y visten coloridos saris con los que ocultan el rostro a los visitantes.

El Bloque Número 6 está reservado para las suegras de la India, todas mujeres de entre 45 y 75 años condenadas por el asesinato de sus nueras dentro de lo que ha sido bautizado como “Las guerras de la dote”. El duelo doméstico entre dos generaciones de mujeres de la India provocó la muerte de 7.000 jóvenes indias a manos de sus madres políticas.

Una tras otra, las reclusas del Bloque 6 repiten la misma frase para describir cómo sus víctimas fallecieron quemadas en la cocina, apuñaladas en el cuarto de baño o envenenadas con raticida.

Las mujeres que han llegado hasta aquí son una pequeña minoría cuyos casos adquirieron la suficiente relevancia en la prensa para que algún juez los tuviera en cuenta. La realidad es que todos los Gobiernos desde la independencia de 1947 han fracasado en su intento de romper la dictadura de las madres del país.

La tradición india sigue imponiendo que la familia de la novia pague una dote a los padres del novio como condición previa al matrimonio y que debe trasladarse a vivir a casa de sus suegros tras en enlace. A partir de ese momento, la vida de la hija política pasa a ser propiedad de su suegra.

La tradición de la dote se generalizó entre las clases altas de la India durante la colonización británica como una variante de la costumbre hindú del kanyadan, por la que el padre de la novia paga en dinero o propiedades una compensación a la familia del novio para que se haga cargo de su hija.

La práctica está tan extendida que los periódicos nacionales indios están llenos de anuncios en los que los padres de las jóvenes ofrecen a sus hijas en matrimonio indicando si están o no dispuestos a pagar la dote. Sólo hay que pasar unas páginas para encontrarse, en la sección de sucesos, cómo terminan muchos de esos arreglos. “Novia arde tras ataque de su suegra”, “Madre e hijo condenados a siete años por ataque de dote”, “Dos hermanas se suicidan porque no pudieron pagar la dote” son los titulares de los principales medios de comunicación indios.