He visto a Gustavo Cerati desafió a la gravedad

El ex Soda hizo levitar a unas 25 mil personas que se acercaron al Ciudad de Buenos Aires, un día después de lo estipulado porque la naturaleza así lo quiso. Y porque la de Gustavo son las canciones elegantes con pulso rockero, tanto la "Fuerza Natural" de su último trabajo como el recorrido por los temas de su etapa solista ratificaron a un artista que arriesga y sube la apuesta y como los vinos, mejora con el paso de los años. Por Sergio Corpacci

Por Canal26

Lunes 21 de Diciembre de 2009 - 00:00

Un día después por el fuerte vendaval de agua y viento que azotó a Buenos Aires y a dos años del retorno de Soda, Cerati volvió a pisar los escenarios porteños. Arrancó con Fuerza Natural y, tras Magia, llegó el corte de difusión, Déja Vu con Gustavo de antifaz y elegantemente lockeado de negro y plateado.

"Lamento lo de la lluvia de ayer pero la fuerza natural debe ser respetada... sino se viene el desastre", dijo el frontman como presentación del tema idem.

Lo que vendría no sería un desastre sino todo lo contrario: un intenso remanso folk, magníficamente ejecutado por Richard Coleman y Gonzalo Córdoba en guitarras, Leandro Fresco en las programaciones y teclados, Fernando Nale en bajo, el impresionante y contundente Fernando Samalea en una batería que llegó a literalmente desparramar - "Mucho rock", acotó acertadamente Gustavo - y a una excitante Anita Álvarez de Toledo en coros a la que la hinchada reclamó que la tiren ahí mismo y Cerati amplió con un "que la tiren a los yuyos".

Y si hubo mucho rock y folk, también baile, sostenido en la puesta de Martin Philips que ya había aportado su sello en la vuelta de Soda Stereo, y a nivel internacional con Daft Punk y Nine Inch Nails, a lo que hay que sumar las proyecciones en vivo de Nicolás Bernaudo y el vestuario de Manu Morales.

Un vestuario que viró del negro al impoluto blanco e incluyó al mísmisimo Richard Coleman, ex Fricción, actual 7 Delfines, ícono de la oscuridad gótica y negra de su vestimenta que de blanco sólo desentonó en su vestuario."Coleman de blanco" resaltó por Cerati, aunque nobleza obliga y hay tres testigos, antes por quien suscribe.

"¿Está bien el volumen?", preguntó Cerati y enseguida mandó "un saludo al público" en obvia referencia a los habitantes aledaños y no tanto que molestan con un ruido que no les molesta pero que elevan su queja porque molestar a los demás es muy PRO, y desde el Gobierno de la Ciudad cualquier estupidez planteada por un vecino esté a 30 cuadras de distancia, es atentida aunque carezca de sentido. "Si suena bajo subimos el volumen, tengo un sonidista heavy metal, así que..." provocó Gustavo antes de ampliar el reclamo con un "Deberían haber más lugares para poder tocar".

"He visto a Lucy" contó con la presencia "extraterrestres venidos del Planeta Gillespi" es decir los vientos del polifácetico Marcelo Rodriguez (a) Gillepsie y compañía que aportó su trompeta antes del merecido y emotivo homenaje a la recientemente fallecida Mercedes Sosa que eligió "Zona de Promesas" para su logrado cd doble "Cantora".

Ese que alude a que "tarda en llegar y al final, al final hay recompensa" fue además el único tema de Soda que el líder ofreció a los que aún insisten y no pueden destetarse de la disuelta banda y reclamaban "uno de Soda" con insulto clamoroso incluido.

La parte final encontró a la banda y a un más que versátil Cerati recorriendo su magnífico primer, injustamente olvidado y hasta casi descatalogado disco "Amor Amarillo" donde "Pulsar" hizo bailar a la multitud y "Te llevo para que me lleves" nos retrotrajo a esa épocas en que éramos tan jóvenes, tan lindos, tan desprejuiciados.

Rescató "Marea de Venus" de "Colores Santos" otra gema perdida compuesta junto a Daniel Melero, la de las "chicas malas, chicas buenas" antes de ejecutar ese "Crimen" que quedará siempre sin resolver, y volver a invitar a los vientos de Gillespi y a hacer bailar con la winner y desfachatada "Paseo Inmoral".

"Cosas imposibles", "La excepción", donde ilusionó retóricamente con un tema de Soda Stereo, "Adiós", el emotivo "Puente", "Lago en el cielo", el dramático, profundo y épico "Vivo" y el sexy "Jugo de Luna" cerraron la lista de temas.

Pero había tiempo para algo más en el úlitmo show en el Club Ciudad por las estúpidas quejas antes mencionadas: el fin sobrevendría con un track oculto, el que cierra "He visto a Lucy", "Numeral" donde del 1 al 13 relata in crescendo, con aura cósmica que levita y sublima, situaciones con los guarismos mencionados.

Y como Gustavo no debe ser cabulero cantó, contó de adelante para atras y viceversa, y cerró con el número de la yeta, un repaso más de su historia, esa que ya lo tiene en el Parnaso del Rock Nacional aunque algunos lo defenestren y menosprecien.

"13 paré de contar...." fue su frase de despedida.

También la mía.