Filmaba películas pornográficas con menores, en estudio de TV que tenía en su casa

Un hombre fue detenido acusado de corromper chicas menores de 18 años, a quienes filmaba en escenas pornográficas, mientras se encontraban drogadas. El sujeto, de aproximadamente 50 años, es Miguel Eduardo Zelada, y tenía montado su "set de filmación", además de "taller de casting teen hot" (prueba de quinceañeras) en una precaria vivienda ubicada en el cruce de las calles Mitre y Matienzo, en el barrio José Vicente Solá, en el Norte de esta ciudad, comenta una nota aparecida en El Tribuno de Salta.

"Se veían que venían muchas chicas, jovencitas todas, de entre 12 y 18 años. Algunas era lindas, bien vestidas, otras, daban pena. Lo más extraño era que la mayoría venía de noche y se paraba en la esquina. Y también se veían motos y autos caros", contó María, una vecina del lugar.

"Este hombre está acá hace como 10 años. Antes vivía con su esposa, creo, pero después se lo veía solo. No dormía siempre ahí; venía de vez en cuando, pero se sabía que estaba porque empezaban a caer las chicas, algunas, muy niñas", relató Virginia, al diario El Tribuno, otra residente de la zona.

De acuerdo con los testimonios brindados por otra mujer, pudo descubrirse al “pornógrafo” luego de realizar una atractiva propuesta a una amiga del barrio. Se trataba de modelaje, casting, para hacer conocer las chicas de Salta en el mundo, en razón del "boom" turístico que experimenta la provincia.

Una mujer que no se identificó, pero sería madre de una de las menores, llegó a la vivienda de Mitre al 2.600 la tarde del lunes. Zelada la habría recibido, drogado, obligado a tener sexo con él, mientras varias cámaras filmaban. La supuesta víctima no aceptó someterse a un examen médico, pero la denuncia de la mamá fue suficiente para la Justicia.

Los primeros minutos de ayer, el juez Alvarado Solá encabezó el allanamiento de la vivienda-estudio pornográfico.
Es una casa a medio construir, cuya única parte cubierta son dos dormitorios, un recibidor, baño y cocina. Las dos habitaciones estaban cerradas con sucios trapos a modo de cortinas que oscurecían los "sets". Desvencijadas camas de dos plazas, colchones mugrientos, espejos en las paredes completaban el mobiliario y la decoración, relata la nota de El Tribuno.

La policía secuestró, además, sobres para revelado. Y droga. Pasta base de cocaína, pipetas y virulana. "Varias veces vi chicas que salían alucinando de esa casa. Parecían nenas. Y pensaba por qué la policía no hace nada", suspiró María, la vecina.