Susto en una aerosilla de Bariloche

Ignacio Ruiz pudo ser rescatado sin golpes ni heridas por la patrulla de rescate de Catedral Alta Patagonia, la empresa concesionaria de los medios de elevación. El accidente ocurrió en la telesilla Cóndor II, en la zona media del cerro. Ignacio, de 13 años, es alumno del Ski Club Bariloche.

Fernando Enevoldsen, director de la escuela, dijo que el chico quedó trabado en una saliente que sirve para enganchar la barra de seguridad.

"Cuando intentó bajar hizo algún movimiento que provocó que su campera quedara trabada y, por más que hizo fuerza, no logró desprenderse", dijo Enevoldsen. Entonces la silla lo arrastró por más de 30 metros hasta que la detuvieron.

Un rescatista trepó al cable por la columna más cercana. Mientras tanto, debajo colocaron una colchoneta para amortiguar una posible caída. El rescate congregó a muchos curiosos, pero Ignacio no perdió la calma. En pocos minutos fue bajado con un arnés, y sólo hubo que lamentar el susto y la rotura de su campera.

El director de la escuela dijo que es un chico con experiencia en la montaña: "Ignacio integra el grupo del más alto nivel técnico".

Alta Patagonia informó que se hizo cargo de las roturas en su ropa y le regaló un pase para la próxima temporada. No obstante, nuevamente se generó un debate en torno a la seguridad en el cerro, y en particular en ese medio de elevación, uno de los más antiguos del centro invernal.

En la ciudad no se olvida el accidente de agosto de 2004, cuando chocaron cuatro aerosillas. En esa oportunidad trece esquiadores sufrieron desde golpes a cortes y fracturas múltiples, y el operativo de rescate se extendió durante tres horas.

Ahora se recordó que en la telesilla Cóndor ya se engancharon otros pasajeros. Y, por otro lado, se criticó la demora que hubo en detener la aerosilla cuando Ignacio quedó enganchado.

El chico, colgado de la silla, dio la vuelta alrededor de la rueda de la estación con su tabla de snowboard agarrada al pie derecho y comenzó a avanzar ladera abajo mientras él y los testigos gritaban para que detuvieran el cable.