Avanzan en poner límites a torres en Caballito

La Legislatura porteña sancionó en primera lectura, un proyecto para regular la construcción en un amplio sector de Caballito, donde los edificios no podrán superar los 13,5 metros de altura, lo que equivale a cuatro pisos, a excepción de las avenidas San Martín y Gaona, donde se autorizará que se levanten hasta siete pisos.

Por Canal26

Viernes 23 de Noviembre de 2007 - 00:00

El proyecto ya había sido aprobado por la comisión de Planeamiento Urbano y ningún legislador presentó objeciones, pues se logró un consenso de cuatro proyectos de los diputados Beatriz Baltroc, Teresa Anchorena, Héctor Olmos y Carlos Gramajo.

De acuerdo con lo aprobado, en las manzanas paralelas a Gaona entre Luis Viale y Planes y las delimitadas por
Días Vélez, San Martín, Rojas, Aranguren y Acevedo, la altura máxima de los nuevos edificios no podrá superar los cuatro pisos.

Además, la Legislatura podría tomar decisiones similares para un sector del Bajo Belgrano y en el sector de Colegiales limitado por Federico Lacroze, las vías ferroviarias del Mitre, avenida Santa Fe, Juan B. Justo y Córdoba, y también protegería a los pasajes Chirimay y Bollini.

La iniciativa será analizada en audiencia pública el año próximo y, para convertirla en ley, los legisladores que asuman el 10 de diciembre deberán dar una segunda lectura, en la que podrán tener en cuenta los resultados del debate en la audiencia.

El proyecto cambió la categorización de unas 70 manzanas entre las avenidas Gaona, San Martín y Donato Alvarez, en el norte de Caballito, y el entorno del Hospital Durand, más al sur, de distrito residencial de alta densidad poblacional a distrito de baja densidad.

Como la iniciativa regirá a partir de su sanción pero no impide que continúen las obras en ejecución, los vecinos que desde el año pasado reclamaban esta ley presentarán recursos de amparo para frenar la construcción de torres, que calculan en 450 entre las que están en obra y las proyectadas.

Baltroc, una de las impulsoras del proyecto, dijo a Télam que "desde el punto de vista urbanístico era disparatado pensar en un edificio torre de 40 pisos saliendo en medio de casa bajas, tal como ocurre con un inmueble sobre la calle Colpayo, detrás de la cancha de Ferro".

La norma "protege de la construcción indiscriminada", luego del informe de Aysa de enero pasado "que declara a Caballito como zona problemática para la provisión de agua y cloacas dada su alta densidad poblacional: 30.000 habitantes por kilómetro cuadrado", explicó.

Baltroc apuntó que "hay que respetar la idiosincracia del barrio, que es de casas bajas, que es donde los vecinos eligieron vivir y quieren preservar esta forma de vida" y destacó que esta ley "salió gracias a la fuerza de las movilizaciones de los vecinos".

En junio del año pasado, vecinos de Caballito reunidos en distintas organizaciones salieron a la calle a protestar por la construcción de edificios torre de más de diez pisos de altura, argumentando que la infraestructura cloacal, sanitaria, educativa y hospitalaria del barrio no daba para albergar a más habitantes.

A la presión de las movilizaciones se contrapuso la de las inmobiliarias, que motorizaron a los obreros de la construcción de las torres para salir a reclamar por sus fuentes de trabajo, lo que llevó al gobierno porteño, en diciembre de 2006, a suspender por tres meses los permisos de obra.

El informe de AySA declaró a Caballito y a otros barrios porteños al borde del colapso en cuanto a su infraestructura sanitaria y cloacal, por lo que el gobierno porteño, a través de un decreto aún vigente, ordenó que los permisos de obra, para ser aprobados, deberán tener también un certificado de aptitud de parte de esta empresa.

A la movida de Caballito se sumaron otros barrios de la ciudad donde los vecinos, con similares argumentos, salieron a manifestar su rechazo a nuevos edificios torre, y la Legislatura aprobó una ley para limitar la construcción de inmuebles de más de diez metros en un sector de Coghlan o en el pasaje Volta, de Las Cañitas.

El proyecto aprobado hoy destaca que en zonas que "tienen un marcado carácter residencial de baja densidad, donde las viviendas raramente superan los dos pisos, la normativa vigente permite la construcción de edificios de hasta 30 metros".

Esta situación "no guarda correlato alguno con los números arrojados por los censos de población y produciría la
concentración del crecimiento sólo en algunos lotes, fragmentando el tejido y destruyendo las cualidades urbanas y ambientales del barrio".

Gustavo Desplatz, titular de la organización Proto Comuna de Caballito, dijo a Télam que el proyecto "analiza vincular la limitación de la construcción con las características de la zona, que es de casas bajas ya que en las 70 manzanas afectadas no hay edificios altos, por lo que se busca preservar la identidad urbanística" en esa área porteña.

En Caballito hay "350 edificios torres y hay proyectados otros 150 y, si bien esta ley apunta a un sector, para nosotros es un avance ya que no tuvimos suerte en que los legisladores analicen una ley que trate al barrio como una integridad", expuso.

"De todas formas, aconsejaremos a los vecinos a realizar una serie de acciones judiciales para preservar la identidad del barrio ya que esta decisión de los legisladores sentará un precedente", recalcó Desplatz.

El dirigente barrial explicó que la sanción de esta primera lectura "no implica en modo alguno" que hayan "coronado con éxito" las aspiraciones por las que encararon la lucha el año pasado, pues eso se verá "una vez que se sancione el año próximo la ley, luego de la audiencia pública".

Desplatz consideró que "el lobby inmobiliario presionará para evitar que se sancione" esta ley y, por "las conexiones que tienen las autoridades que asumirán en diciembre con este lobby", pidió a los vecinos que "participen masivamente en la audiencia pública".

Según datos de la Proto Comuna Caballito, allí se erige el 11,4% de las construcciones en la ciudad, que se concentran en los 7 kilómetros cuadrados de ese barrio, que tiene 30.000 habitantes por kilómetro cuadrado contra los 15.000 promedio que hay en la Capital.