¿Estar mal también está bien?: una mirada psicológica sobre la tristeza, la emoción que nadie quiere atravesar

Hablar libremente de tristeza y eliminar el estigma presente en la sociedad podría allanar el camino hacia una comprensión más profunda sobre la salud mental.

Por Camila Carnuccio

Domingo 11 de Febrero de 2024 - 07:59

Depresión. Foto: Unsplash. Depresión. Foto: Unsplash.

Nuestra cabeza es como una pequeña máquina repleta de emociones. Alegría, ira, miedo y sorpresa, se van turnando y tomando preponderancia frente a diferentes acontecimientos. Sin embargo, una de ellas es condenada por el imaginario social, como si se tratara de un delito: la tristeza.

La licenciada en psicología, Sofía Pozner, la define como una "emoción que nos atraviesa a todos los seres humanos en el mundo". Se trata de un sentimiento angustiosoanhelo por algo perdido o frustrado.

Tristeza. Foto: Unsplash. Tristeza. Foto: Unsplash.

"Los ojos son el reflejo del alma", reza una reconocida frase y, aunque se intente pasar por desapercibida, una lágrima, mirada triste o simple expresión facial deja al descubierto la emoción que cada individuo carga dentro de su interior.

Más allá de la frustración

En un mundo donde las expectativas superan la propia realidad, muchos sueños se desvanecen y las metas parecen inalcanzables, toma protagonismo la frustración. "La capacidad para tolerar situaciones frustrantes o procesar situaciones de pérdida está íntimamente ligada con la posibilidad de estar triste", aseguró Pozner.

Tristeza. Foto: Unsplash. Tristeza. Foto: Unsplash.

La tristeza es una emoción que permite duelar y dejar atrás aquello que no ocurrió. Es un estado transitorio y universal del cual es imposible escapar.

No hay que tener una mirada pesimista sobre el asunto, ya que toda situación deja una huella. Cuando estamos tristes "se liberan ciertas sustancias que permiten fijar más nítidamente aprendizajes o experiencias", develó la licenciada, quien agregó que estos episodios nos permiten ejercitar nuestra "capacidad analítica, introspectiva y la posibilidad de aprender de la experiencia".

La tristeza: ¿el comienzo de la depresión?

Cuando no somos capaces de tramitar las cosas que nos afectan, el silencio nos gana y las palabras se esfuman en el aire, nuestro sistema anímico comienza a verse afectado. ¿Cómo hace el cuerpo humano para sacar toda aquella tristeza que se calla?

La tristeza es una emoción que no podemos controlar, que es "activada y controlada por partes irracionales e inconscientes de nuestra psiquis". Pero en ciertas circunstancias esta emoción puede devenir en depresión.

Depresión. Foto: Unsplash. Depresión. Foto: Unsplash.

La especialista en psicología informó que la depresión "es calificada como un trastorno del estado del ánimo". Y agregó al respecto: "Lo más importante es que la depresión implica una pérdida generalizada y prolongada por el interés o placer por cosas o situaciones que antes lo generaban".

Para diagnosticar a una persona con depresión, se deben tener en cuenta varios síntomas comunes, como por ejemplo:

  • Disminución de sentir placer en todas o casi todas las actividades
  • Fatiga o pérdida de energía
  • Sentimientos de inutilidad o culpa excesivos
  • Disminución de la capacidad para pensar o concretarse
  • Sentimientos de vacío o tristeza
  • Pérdida o aumento de peso considerable
  • Pensamientos recurrentes de muerte
  • Síntomas de dolencia física o somática sin un sustento biológico de fondo

Sin embargo, estos síntomas y signos pueden no estar todos presentes, "por lo que muchas veces una persona que parece deprimida no necesariamente lo está y otra que no lo parece sí".

Según Pozner, "las señales de advertencia de mayor relevancia implican aquellas que nos dan la pauta de que una persona no puede disfrutar más de las cosas que la hacían feliz antes".

Hablar para sanar

Cuando la tristeza se arraiga en la persona puede generar un cuadro mucho más complejo. Abordar la tristeza y la depresión requiere no solo de comprensión, sino también una conversación abierta.

Tristeza. Foto: Unsplash. Tristeza. Foto: Unsplash.

"Ahondar mucho en la tristeza parece que a la gente la despierta la alarma o el miedo de deprimirse , de quedar atrapados", señaló la licenciada. A pesar de ello, sucede todo lo contrario: hablar permite deshacerse de aquellas cosas que nos hacen mal.

"Creo que poder sentir tristeza abandonando la sensación de que todo se va a arruinar si lo hacemos, es uno de los pocos modos de poder procesar las emociones abrazando la idea de que a veces hay que poder pasar por ciertos lugares para llegar a otros", concluyó sobre la tristeza y su vinculo con la depresión.

Notas relacionadas