El mito del Triángulo de las Bermudas llegó a su fin

Triángulo de las Bermudas

Probablemente sea el primer lugar en el mundo al que se le atribuyen una inmensa cantidad de naufragios, desapariciones y también muertes. Por décadas, el triángulo de las Bermudas se cobró vidas sin ninguna razón aparente, al menos no una creíble, ya que la especulación humana puede más que cualquier hecho científico.

Desde grandes y pequeñas embarcaciones hasta aviones privados y de combate, así como el misterio que rodea este lugar atrapa a las personas desde que fue descubierto, el triángulo despertó la curiosidad, por razones hasta ahora desconocidas, de centenares de viajeros que se atrevieron a cruzarlo.

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El área “maldita” delimitada entre las costas de Puerto Rico, Miami y las islas Bermudas, empezó a ganarse su peligrosa fama en la década de 1940, cuando medios de todo el mundo informaron sobre la desaparición de un escuadrón de aviación de la Armada de los Estados Unidos luego de haber sobrevolado la zona. A partir de ese hecho, muchos más le siguieron compartiendo características similares, como fue el caso del vuelo 441 de la Marina estadounidense.

Avión en el fondo del Triángulo de las Bermudas. Foto: Royal Caribbean.

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El científico que le puso fin al mito

Karl Kruszelnicki es el nombre del científico australiano que indagó e investigó en profundidad el misterioso lugar, comparándolo con el resto del océano.

“El porcentaje de desapariciones, naufragios o caídas de aviones es prácticamente igual que en cualquier otra parte del océano”

Continuó, teniendo en cuenta que el 70% de la superficie del planeta está cubierto por agua. Kruszelnicki dio a entender que el triángulo de las Bermudas no posee nada de especial que lo separe de cualquier otro sitio en cuanto a accidentes, pero sí tiene características únicas.

Al estar ubicado sobre la línea del Ecuador, este sitio de casi un millón y medio de kilómetros cuadrados, tiene un tráfico aéreo y marítimo mucho mayor. A eso si le sumamos que está en el centro de atención desde que se creó este mito a su alrededor, podemos decir que, a diferencia de otro espacio en el mar, éste tiene mala fama.

Barcos en el fondo del Triángulo de las Bermudas. Foto: PBS.

Actualmente miles de aviones circulan por el espacio aéreo que delimita el triángulo y no lo hace un lugar poco seguro para transitar. La comunidad científica, siguiendo la misma línea de desmitificar al temible lugar, también aseguró que cada naufragio o accidente, seguramente pueda explicarse de forma real con hechos sostenibles, y no únicamente en la creencia de la superstición que generó el Triángulo de las Bermudas.

En un fallido intento por calmar el nerviosismo y la especulación que genera el lugar, el científico australiano sentenció abriendo la puerta a un nuevo pensamiento que atraviesa las mentes de navegantes y pilotos en agua, tierra y cielo, “Esta zona no es la más peligrosa del mar”.