50 años de la Guerra de Yom Kippur entre Egipto e Israel: ¿quiénes fueron los ganadores y quiénes los derrotados?

El 6 de octubre de 1973, el día de Yom Kippur, la festividad religiosa más sagrada del pueblo judío, los ejércitos de Egipto y Siria invadieron Israel, tomando por sorpresa a su gobierno y sobre todo a sus fuerzas armadas. Empezaba una guerra que iba a modificar definitivamente el escenario de Medio Oriente.

Por Mauro Labombarda y Matías Tullio

Viernes 6 de Octubre de 2023 - 19:45

Guerra Yom Kippur. Prisioneros de guerra israelíes son presentados a corresponsales extranjeros cerca de Damasco. Reuters Guerra Yom Kippur. Prisioneros de guerra israelíes son presentados a corresponsales extranjeros cerca de Damasco. Reuters

Para entender las causas de esta guerra debemos remontarnos a 1967. Ese año, en la llamada Guerra de los 6 Días, los israelíes se habían apropiado de territorios de sus vecinos, como las Alturas del Golán de Siria y de la península del Sinaí de Egipto. A pesar de la presión internacional y de los reclamos de la ONU, se negaba a devolverlos.

Contaba con el apoyo político y material de EE. UU., y con eso le era suficiente para resistir las amenazas de Siria y de Egipto, que contaban con el apoyo soviético. Hasta aquí un típico enfrentamiento de la Guerra Fría, donde las armas de los EEUU y de la URSS se enfrentaban a través de terceros países.

Video: batallas de la guerra de 1973 entre Israel y Egipto en las áreas del Sinaí y Suez. Altos de Golán.

Sin embargo, la situación cambió a partir de la asunción de Richard Nixon en los EE. UU. en el año 1969 y de Anwar el-Sadat como presidente de Egipto, en el año 1970. ¿Por qué?

Porque Nixon se propuso limitar la influencia soviética en Medio Oriente, convenciendo a los países árabes -sobre todo a Egipto- que si querían recuperar los territorios perdidos debían negociar con los EE. UU., ya que el apoyo de la URSS no les había sido de utilidad, porque no podían vencer al ejército israelí, que hasta ese entonces tenía un aura de invencibilidad.

Yom Kippur en Israel. Foto: Reuters.

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Sadat entendió el juego y buscó un acuerdo. El problema surgió del lado israelí.

Su primer ministro era Golda Meir, una mujer implacable que no aceptó ceder ninguno de los territorios apropiados en el 67, alegando razones de seguridad. EE. UU. intentó en numerosas oportunidades persuadir a los israelíes de negociar la devolución del territorio con Egipto. Pero Israel, que era su aliado y dependía de ellos como ningún otro, se negaba. ¿Qué hacer entonces para cambiar la postura israelí?

En ese marco, el 6 de octubre de 1973, de forma sorpresiva, sin que las autoridades israelíes estén advertidas, Egipto atacó y empezó la Guerra de Yom Kippur. La sorpresa inicial fue acompañada por el éxito de las tropas árabes que lograron penetrar las primeras defensas de Israel. ¿Cuál fue la primera reacción de Golda Meir? Pedir ayuda militar a EE. UU. Era su único aliado militar.

Guerra Yom Kippur. Un soldado israelí sostiene un rollo de la Torá el último día de la Fiesta de los Tabernáculos (Sukkot) en el frente de batalla en la península del Sinaí. Reuters Guerra Yom Kippur. Un soldado israelí sostiene un rollo de la Torá el último día de la Fiesta de los Tabernáculos (Sukkot) en el frente de batalla en la península del Sinaí. Reuters 

Pero EEUU, invocando problemas burocráticos, demoró la ayuda. La situación en Israel fue desesperante. Sin la ayuda militar norteamericana no podían garantizar su subsistencia. Era evidente que los EE. UU. iban a utilizar la guerra para forzar un proceso de paz. Lo que Israel no quiso hacer en tiempos de paz, lo debería hacer como consecuencia de la guerra.

Kissinger, que en ese entonces era el Secretario de Estado de los EEUU asumió el protagonismo en el conflicto y nueve días después de empezada la guerra, cuando el avance árabe amenazaba a Israel, logró que lleguen los primeros vuelos con armamento. Los aliados de Europa Occidental se negaron a permitir que esos vuelos atraviesen su espacio aéreo, dándole la espalda a Israel en su hora más trágica.

¿Pero si quería persuadir a los árabes, por qué EE. UU. siguió dándole armas a los israelíes? El mismo Kissinger diría años después que el suministro de armas a Israel le permitió a los EE. UU. moderar la posición israelí. Si no lo hubieran hecho, Israel no escucharía a EEUU en la diplomacia de posguerra. “La hora de demostrar nuestro entendimiento por la posición árabe era después de la guerra, cuando el proceso de paz comenzara”.

El entonces ministro de Defensa israelí y general Moshe Dajan (izq.) con el entonces general de división Ariel Sharon. Reuters La foto muestra el entonces ministro de Defensa israelí y general Moshe Dajan (izq.) con el entonces general de división Ariel Sharon, con la cabeza vendada, tomados en el lado egipcio del Canal de Suez durante la Cuarta Guerra Árabe-Israelí. Hasta el día de hoy, casi ninguna guerra en Israel ha dejado una huella tan profunda en la memoria colectiva como la que comenzó en Yom Kipur el 6 de octubre de 1973.

Golda Meir comprendió, con angustia, que “El destino de los países pequeños depende siempre de las superpotencias y éstas siempre tienen sus propios intereses que proteger” Una clase magistral de Realpolitik.

El alto el fuego

Unos días después la URSS y los EE. UU. impusieron un alto el fuego. Los árabes acataron, estaban ansiosos por empezar las tratativas de paz con la esperanza de recuperar el Sinaí. Pero Israel no aceptó y siguió atacando a un ejército egipcio que quedó rodeado, imaginando que de ese modo podría boicotear el previsible acuerdo. No eran ingenuos: la falta de advertencia previa a la invasión y la demora en la ayuda militar les permitió comprender a los israelíes que EEUU apoyaría a los árabes en la negociación diplomática.

La agresión israelí al ejército egipcio, tras el alto el fuego, puso en riesgo la paz mundial. Los soviéticos amenazaron con enviar tropas aerotransportadas a la región y el presidente Nixon respondió con un alerta a nivel mundial de las fuerzas armadas norteamericanas.

Finalmente, Israel cedió y aceptó el alto el fuego. ¿Qué hizo Egipto? El intento por provocar a Sadat para que reaccione y arruine el acuerdo había fracasado. La negociación de paz estaba en marcha. Egipto expulsó a los soviéticos de su país, y con ello empezó a disminuir la influencia soviética en Medio Oriente.

Casi cinco años después el primer ministro israelí Menahem Beguin y el presidente Anwar el-Sadat firmaron en los EEUU los acuerdos de Camp David que devolverían la soberanía del Sinaí a Egipto. El triunfo geopolítico de los EE. UU. determinó además la paz entre Israel y Egipto, que no han vuelto a enfrentarse desde la Guerra de Yom Kippur.

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