China vuelve a la carga

POR MANUEL CASTRO

Por Canal26

Martes 17 de Noviembre de 2020 - 19:02

Guerra comercial entre China y Estados Unidos

POR MANUEL CASTRO

Todavía China no ha dado explicaciones sobre el origen del virus que afectó al mundo y que muchos estrategas han definido como una guerra bactereológica de baja intensidad. Pero las cosas le han salido bien.

 

Mucha información no se ha dado (lógico es un gobierno comunista). Un sistema que a algunas “sociedades” y “personalidades con gran poder” ven con satisfacción; como el sistema perfecto: crecimiento económico y control del individuo. Pero ese tema lo dejaré para otra ocasión. Y mientras Occidente y sobre todo Europa se ven afectados por un rebrote de un virus que sigue circulando, los chinos se preparan para la conquista del mundo. Y no hay conquista más efectiva que la económica. Con China a la cabeza y otros 14 países más, se creó un mercado común gigantesco. Pero no solo de Asia sino también del Pacífico.

 

Su nombre oficial es Asociación Económica Regional Integral (A.E.R.I). Los países que forman parte son además de China, Japón (¿pero no eran enemigos?) Nueva Zelanda, Corea del Sur, Australia (¿pero no era que no se llevaban bien?) a lo que hay que agregar Laos, Myanmar, Malasia, Singapur, Vietnam, Tailandia, Indonesia, Filipinas, Brunei y Camboya.

 

Vamos a ver ¿no era que también con algunos de estos países había problemas por la expansión de Pekín en los mares cercanos a sus costas?

 

El mercado es enorme con unos 2.200 millones de personas, y con un poderío económico gigantesco. Más que la Unión Europea y más que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

 

Pero el tema es que muchos de estos países tienen hasta problemas territoriales con China.

¿Qué los lleva a unirse?

 

Pablo Kornblum (autor de El escenario económico de la inmigración mexicana a los Estados Unidos, y La sociedad anestesiada) señala que “lo que prima es la economía antes que la geopolítica. Históricamente se mataron los chinos y los japoneses en Manchuria, pero ahora son todos capitalistas, todos quieren hacer negocios; todos quieren acumular capital y, el negocio, tanto a izquierda como a derecha, es decir, el negocio de la teoría económica del comercio internacional dice que los países cuanto más trabajen de manera conjunta y se complementen; mejor le va a ir a todos. Por lo tanto, sea por cuestiones geopolíticas, de poder, de territorio, de ideología pueden llegar a tantearse o torearse pero, a la hora de los “bifes” en términos económicos, ninguno va a dejar los negocios.”

 

En el comienzo durante las primeras dos décadas todos los países involucrados en este acuerdo reducirán sus aranceles en un 90% y abrirán sus mercados y también sus servicios. Las mercaderías circularán libremente (no sabemos si será lo mismo para las personas, algo similar al espacio Schengen, porque si bien son aliados económicos no lo son ideológicos). China, con su característica oriental ha planificado con tiempo e ejecutado inexorablemente y ahora lidera este nuevo mercado. Suma a su favor poderío económico y militar. De todas formas aún debe afianzar un corredor marítimo desde la India hasta Australia que debería pasar por Corea y Japón. En esto la India es muy importante. Pero es un país que no se lleva bien con China debido a un problema fronterizo y una guerra en 1962. Y la India, que tiene un poderío militar importante, no forma parte del nuevo acuerdo.

 

Este acuerdo empezó en 2012 como una forma de enfrentar al Tratado Transpacífico de Barack Obama y en el que estaban algunos de los países que ahora firmaron el acuerdo con China. Era el equivalente al 40 por ciento del comercio mundial. Donald Trump no quiso seguir con este tratado. Y los demás países adhirieron al nuevo acuerdo. Como decía un viejo mafioso “por unos pocos pesos soy insobornable”. Ni hablar de Groucho Marx.

 

Pero como la Ruta de la Seda no es solo la de la época de Marco Polo sino que ahora es el mundo, Europa piensa plantarle cara a China como pueda. Nunca tan bien dicho. Como pueda, si puede.

 

Banderas China y la Unión Europea

La guerra comercial ha entrado en una nueva fase. Estados Unidos y Occidente tendrán que ver la manera de contrarrestarlo. China es la fábrica del mundo, con precios que no admiten competencia y además la tecnología que a nivel mundial liquidará empleos. Y a esas personas no habrá dónde ubicarlas.

 

Si los europeos antiguos que crearon imperios resucitaran y vieran en qué se convirtieron sus descendientes de hoy, se cansarían de llenarles el trasero de puntapiés.

 

Europa, la Unión Europea ha tratado de negociar con China con los cuidados adecuados, lo cual es lógico. Es que hay que manejarse con cuidado. Aunque tendrán que negociar. De ahí a que las cosas les salgan bien a los europeos, y quien dice europeos dice el resto de los occidentales, eso es diferente. Por ahora están muy interesados en proteger una cantidad de productos que llevan lo que se llama “denominación de origen”. Pero ¿será suficiente?

 

Pablo Kornblum agrega que “Europa está, en gastos militares, lejos de los Estados Unidos, China, Rusia y la India.

 

Europa no piensa en una confrontación directa con nadie, ni se va atrever a enfrentar ni a China ni a Estados Unidos ni a nadie. En realidad los que despliegan sus tentáculos son los Estados Unidos, China, Rusia y otras potencias medias como la India (con poder nuclear). Pero Europa, no. Lo que la Unión Europea quiere es evitar algún tipo de desintegración en su territorio, el avance de Rusia en el este. Todo más cercano a la defensiva que a la ofensiva. Pero enfrentar a China más allá de hacerlo en términos diplomáticos, nada.

 

Tratará la Unión de llegar a algún tipo de contención en cuestiones políticas, jurídicas o económicas porque ya tiene sus problemas, ya tiene el Brexit. No otra Crimea, ni un Azerbaiyán /Armenia que le pueda impactar en su frontera, etc. Pero confrontación con China o Rusia. No. No están para ese juego. Están a la defensiva”.

 

El Gran Corso, Napoleón dijo una vez: "China es un gigante dormido. Déjenla dormir, porque cuando despierte, el mundo temblará". Y despertó.

 

Occidente está ahora dormido. ¡Ah! Argentina forma parte de Occidente.

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