Desgarrador testimonio de una rehén israelí liberada por Hamas: "Un infierno"

Yojeved Lifschitz. Foto: EFE.

Las Brigadas al Qasam, el brazo armado del grupo islámico Hamas, liberaron a Yojeved Lifshitz, una de las mujeres secuestradas en la Franja de Gaza tras el atentado por tierra ocurrido el 7 de octubre. Actualmente se encuentra internada en el hospital de Tel Aviv donde está siendo atendida y contó el desgarrador testimonio de su captura donde manifestó que su secuestro fue "un infierno". 

"Me llevaron, con las piernas en un lado y la cabeza en otro, en motocicleta", contó la mujer sentada en una silla de ruedas mientras hablaba los medios, donde afirmó que al ser transportada a Gaza, sus secuestradores la golpearon con palos. Además, añadió que sus captores le robaron el reloj y las joyas que tenía puestas.

Yojeved Lifschitz. Foto: EFE.

"Fue un acto doloroso. Nos metieron en un portón. Yo estaba tumbada de lado en la moto. Me salieron moratones a causa de la conducción", agregó Lifshitz.

"Fue un acto doloroso. Nos metieron en un portón. Yo estaba tumbada de lado en la moto. Me salieron moratones a causa de la conducción"

Después de viajar, la obligaron a caminar por un túnel para entrar en la Franja. La señora de 85 años describió la red de túneles de Hamás como "una telaraña".

Al final de este laberinto fue conducida a una sala grande donde había otros 25 capturados por el grupo islámico, hasta que dos o tres horas más tarde la llevaron junto a otros cuatro rehenes a una habitación separada. Allí, "nos trataron bien", subrayó, detallando que le dieron comida y medicinas.

Yojeved Lifschitz. Foto: EFE.

"Al llegar allí, la gente nos dijo que son personas que creen en el Corán y que no nos harán daño, y que nos darán las mismas condiciones que a ellos en los túneles", contó Lifschitz. "Había guardias y un paramédico y un médico que se encargaron de que tuviéramos la misma medicina que necesitamos", agregó.

"Al llegar allí, la gente nos dijo que son personas que creen en el Corán y que no nos harán daño, y que nos darán las mismas condiciones que a ellos en los túneles"

Lifshitz lamentó que una valla que costó "2.000 millones" al gobierno de Benjamín Netanyahu, el primer ministro que ordenó el levantamiento de un muro que separe al territorio israelí del palestino, no sirvió para proteger a los ciudadanos de Israel. 

Entre sus críticas al gobierno añadió que "La falta de conciencia del Shin Bet y de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI, Ejército israelí) nos perjudicó mucho", dijo. "Nos avisaron con tres semanas de antelación, quemaron campos, enviaron globos incendiarios y las FDI no se lo tomaron en serio", planteó refiriéndose a los problemas de la inteligencia israelí en relación con las alertas del Hamas.

"Nos avisaron con tres semanas de antelación, quemaron campos, enviaron globos incendiarios y las FDI no se lo tomaron en serio"

Yojeved Lifshitz exigió que todos los rehenes, más de 220 al momento sean liberados y puedan regresar a sus casas, en la conferencia de prensa del centro médico Ichilov de Tel Aviv. 

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Las Brigadas al Qasam informaron la noche anterior la liberación de Lifshitz y de otra mujer israelí, Nurit Yitzhak, de 80 años, tras la mediación de Egipto y Catar, por lo que el portavoz de esa milicia, Abu Obeida, indicó como "razones humanitarias imperiosas y satisfactorias".

Yojeved Lifschitz. Foto: EFE.

Los maridos de ambas mujeres, que también fueron capturados, siguen en manos de los islamistas. Los cuatro fueron raptados el 7 de octubre en sus casas por Hamás en el kibutz de Nir Oz, donde milicianos de del grupo islámico mataron a miembros de esa comunidad. El esposo de Lifshitz es el conocido activista por la paz Oded Lifshitz, de 83 años, que transportó a enfermos de cáncer en Gaza a hospitales israelíes para recibir tratamiento.