Europa: por disputa de precios en las góndolas, Carrefour boicotea productos de PepsiCo

Carrefour, Francia. Foto: Reuters

La cadena de supermercados Carrefour tomó la decisión de dejar de vender productos de Pepsico en sus supermercados de Francia, España, Italia y Bélgica, como respuesta a las demandas de incremento de precios por parte de la compañía de bebidas y snacks. La medida, que entró en vigor el jueves pasado, implica que la cadena dejará de comercializar marcas como Pepsi, 7up, Lipton, Lay's y Doritos, entre otras, una vez que se agote el stock.

El cartel explicativo colocado junto a los productos retirados destaca la razón detrás de la decisión de Carrefour: "Ya no vendemos esta marca en razón de una subida de precios inaceptable". La disputa gira en torno a las negociaciones sobre incrementos del 7% propuestos por PepsiCo.

La batalla de PepsiCo en Europa. Foto: Unsplash.

Estas tensiones entre Carrefour y PepsiCo reflejan el complicado escenario de competencia marcado por la presión para contener la inflación de los últimos dos años. Las negociaciones, que originalmente debían concluir entre el 15 y el 31 de enero en Francia, se han visto aceleradas por una modificación gubernamental para agilizar la repercusión de los descensos de precios de algunas materias primas.

Carrefour podría no ser el único

La decisión de Carrefour podría no ser única en el sector, ya que otras cadenas de distribución europeas, como Système U y Leclerc, también están considerando la posibilidad de un boicot similar. Michel-Edouard Leclerc, en una entrevista reciente, reveló que los industriales solicitan incrementos de precios de hasta el 20%, mientras que la cadena busca mantener una política de "deflación".

PepsiCo. Foto: EFE. 

El boicot, aunque es una estrategia arriesgada para las cadenas de distribución, pone el foco en la tensión generada por las demandas de incremento de precios en un contexto inflacionario, y pone de manifiesto los desafíos económicos que enfrentan tanto los minoristas como los fabricantes en este periodo de incertidumbre económica.

Los datos concretos informan que en Francia se cerró 2023 con una inflación del 3,7%, dos décimas más que en noviembre, evidenciando la persistente presión sobre los precios de los alimentos, que cerraron el año con un aumento interanual del 7,1%.