Corea del Sur: el suicidio de una docente que dejó en evidencia el desamparo de los profesionales del sistema educativo

Muerte de profesora causó conmoción en Corea del Sur. Foto: Unsplash.

"Siento una presión muy fuerte en el pecho. Me ahogo. Siento que me voy a caer. Ni siquiera sé dónde estoy", escribió en su diario Lee Min-So el pasado 5 de junio por el miedo que representó para ella entrar a su aula a dar clases. Un mes después, la maestra de primaria, abrumada por su trabajo escribió que "quería dejarse ir". Dos semanas más tardes, sus compañeros de trabajo la encontraron sin vida en el armario de su clase: se había suicidado. La tragedia de su muerte desencadenó una ola de quejas, furia y enojo entre los profesores de primaria de toda Corea del Sur.

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Los meses previos a la tragedia y su impacto

En la investigación que se llevó a cabo para profundizar en las razones de la muerte de la maestra, se encontraron testimonios de ella relatando lo difícil que había sido lidiar con las quejas de los padres. Tiempo atrás, uno de sus alumnos había lastimado a otro en la cabeza con un lápiz, quedando ella como la máxima responsable, enredada en llamados, mensajes y reuniones con los padres.

La muerte de la mujer convocó durante las últimas 6 semanas a miles de profesores a manifestarse en Seúl, con el temor de que de ahora en más sean catalogados como maltratadores de niños, que no poseen la capacidad de disciplinar a sus alumnos o no saben intervenir cuando se atacan unos a otros.

Los docentes apuntaron contra los padres al decir que estos se aprovechan de una ley de bienestar infantil que se aprobó en 2014, donde se sancionó que, si un profesor es acusado por maltrato infantil, puede ser suspendido inmediatamente.

La dimensión de esta ley abarca desde que un profesor puede ser denunciado por maltrato infantil si este sostiene a un niño con comportamiento violento y también puede ser denunciado por maltrato emocional si reta a uno de sus alumnos. Ambas acusaciones pueden terminar con la carrera del profesor en cuestión de segundos.

Muerte de profesora causó conmoción en Corea del Sur. Foto: Reuters.

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"Los profesores nos sentimos muy desamparados"

Un testimonio llegó durante una de las manifestaciones. Kim Jin-Seo de 28 años, también docente, declaró que había tenido todo tipo de pensamientos suicidas y que había necesitado tres meses de licencia después de reiteradas quejas agresivas por parte de los padres. Esto llegó a un punto en el que Kim no se sentía capaz de enseñar por la inseguridad que sentía de sí misma.

"Los profesores nos sentimos muy desamparados. Los que han vivido en primera persona han cambiado radicalmente, y los que no, han visto cómo les ocurría a otros, así que en cualquier caso es debilitante", comentó.

La exigencia que recae sobre la educación de los hijos proviene de una cultura en donde los estudiantes deben competir entre ellos de manera feroz para poder acceder a una buena universidad, y eso empieza a medirse desde muy temprana edad. En familias en donde antes solían ser más numerosas, con 5 o 6 hijos, en la actualidad sólo tienen 1, por lo que todas las chances de triunfar se ven enfocadas en esa persona, así como la exigencia y las metas que debe alcanzar.

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Corea tenía una cultura de forma tradicional que respetaba mucho a los profesores debido a que históricamente no cualquiera podía estudiar y era visto como un privilegio. En la actualidad, gracias al rápido crecimiento económico del país, muchos padres ahora cuentan con estudios superiores.

"Esto significa que a menudo desprecian a los profesores", asegura el profesor Kim Bong-Je, quien ayuda a formar a futuros profesores en la Universidad Nacional de Educación de Seúl. "Creen que han pagado por ellos con sus impuestos, y eso les genera la sensación de que están en su derecho".

"Su mentalidad es 'sólo importa mi hijo', y cuando sólo se piensa en enviar a su propio hijo a una buena universidad, uno se vuelve muy egoísta", siguió. Los niños "no saben cómo liberarse de esa presión, así que actúan lastimándose unos a otros". 

Muerte de profesora causó conmoción en Corea del Sur. Foto: Reuters.

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Falta de respuestas y un problema que va en aumento

El acoso y la violencia entre alumnos son problemas conocidos en las escuelas surcoreanas. El drama popular "The Glory", basado en hechos reales, abordó este tema y para colmo su director fue acusado de acoso, viéndose obligado a disculparse públicamente. El gobierno anunció que los expedientes de acoso escolar se incluirían en las solicitudes universitarias, pero esto causó ansiedad en los padres, quienes presionan a los profesores para borrar los registros negativos de sus hijos. Shin Min-hyang, de Solidaridad para la Protección de los Derechos Humanos de Estudiantes y Padres, admitió que algunos comportamientos son inaceptables, pero considera que estos casos son atípicos.

"La gran mayoría de los padres se comportan bien, y nos preocupa que ahora se corten los canales que utilizamos para comunicar nuestras preocupaciones. Se está culpabilizando a los padres, y eso no está bien", afirmó.

Por otro lado, el Gobierno reconoce un grave problema en las aulas y emitió nuevas directrices para los profesores, permitiendo sacar a alumnos conflictivos y sujetarlos si es necesario. Dentro de las nuevas medidas, los padres deben acordar reuniones con profesores de antemano, y estos pueden negarse a reunirse fuera del horario de trabajo. Desde el Ministerio de educación se busca que con estas medidas "las escuelas sean devueltas a lo que deberían ser". Sin embargo, algunos argumentan que se necesita una reforma más amplia del sistema educativo surcoreano y la definición de éxito en el país, promoviendo una sociedad donde las calificaciones no sean tan determinantes.