Resfríos en invierno: consejos útiles para eliminar los mocos de la garganta

Irritación nasal por resfrió. Foto: Unsplash

Los cambios climáticos constantes pueden generar resfríos o gripes, en especial durante la época invernal. Esto hace que haya mucha presencia de moco en el organismo, lo que puede volver molesto el día a día, además de la alerta por una posible enfermedad en formación que ponga en peligro el bienestar de las personas. 

Si bien se recomienda acudir a un médico si los síntomas del resfrío se agravan o se mantienen durante días, hay trucos para aplicar cuando recién inicia el resfriado. En busca de facilitar la expulsión de la mucosidad, una de las recomendaciones que ayudan a la salud es mantener húmedo el ambiente donde esté la persona que atraviesa el cuadro.

Con la llegada del invierno, comienza la época de enfermedades como la gripe o el resfrío. Foto: Unsplash.

Por otro lado, la aparición de mocos en la garganta suele producir tos, otro síntoma que carga de malestar e incomodidad a las personas. En este contexto, las infusiones calientes son de gran utilidad para expulsar la mucosidad de la garganta de una manera simple.

En esa categoría, se considera que una infusión que incluya eucalipto es de las que mejor funcionamiento presenta para eliminar los mocos de la garganta, a su vez que alivia la congestión nasal. El motivo está relacionado a que las hojas que produce el árbol de eucalipto tienen un efecto calmante para las vías respiratorias, además de la capacidad expectorante que posee.

Otras recomendaciones referidas a las hierbas son la menta y el tomillo, que sumadas a infusiones pueden dar buenos resultados ante un resfrío típico que se suele presentar durante el invierno. 

Síntomas de resfrío, tos. Foto. Unsplash.

En lo que refiere a métodos caseros para aliviar la respiración y los mocos son los vahos y vaporizaciones, también muchas veces utilizando hojas de eucaliptus. Lo que se suele realizar es la infusión de las hojas pero en una olla, para poder acercar el rostro y aspirar los vapores que se desprenden, aunque hay que mantener cierta precaución para no quemarse.