Explorando la Estatua de la Libertad: Historia y consejos para la visita

Estatua de la Libertad. Foto: Unsplash.

Seguramente para tu próximo viaje a Nueva York estés pensando, como casi todo el mundo, en la visita a la Estatua de la Libertad. De cara a que vayas totalmente preparado y no te lleves sorpresas desagradables (si no todo lo contrario), vamos a hablar hoy rápidamente de la historia de este fenomenal monumento y de los consejos que debes considerar si quieres descubrir la ciudad como por ejemplo adquirir la NY pass que te dará acceso a multitud de actividades.

Historia de la Estatua de la Libertad

La Estatua de la Libertad tiene como nombre “La libertad iluminando el mundo”. Esta es de los monumentos más conocidos de todo el globo, Patrimonio de la Humanidad, y Estados Unidos la consiguió, curiosamente, como un regalo de sus aliados franceses.

Durante 11 se construyó la estatua, pensada como detalle de celebración del centenario de la independencia del país y, por supuesto, como una manera más de reforzar la alianza entre franceses y estadounidenses. Por supuesto, se trata de una oda no musical a la libertad y un reconocimiento al valor, al sufrimiento y al coraje tanto de caídos como de supervivientes a la guerra civil estadounidense del siglo XIX.

Físicamente, damos con una pieza de unos 90 metros desde la base y 225 toneladas. Se talla a una mujer con una antorcha apuntando al cielo en su mano derecha y las tablas de la declaración de independencia en la izquierda, con la fecha de este suceso grabada en números romanos. Su construcción se realizó en Francia y su traslado, de un coste astronómico, fue parcialmente apoyado por los propios estadounidenses, que, incentivados por Pulitzer, no dudaron en hacer los donativos suficientes para recaudar los 120000 dólares que resultaron necesarios.

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Consejos para visitar la Estatua de la Libertad

Estos 7 puntos son esenciales para poder disfrutar de la Estatua de la Libertad en su plenitud.

Entradas por adelantado

Ni se te ocurra plantarte en “la puerta” esperando entrar sin más. Las colas son extensas y, eso que la mayoría van ya con sus entradas compradas por adelantado (de meses, de hecho). Eso mismo debes hacer tú para no quedarte sin tu entrada favorita.

Ojo porque hay entradas diversas que incluirán, o no, unas y otras cosas, de ahí lo anterior. Puedes solamente quedarte en la isla, entrar al pedestal de la estatua o también subir a la corona. Obviamente, a más espectáculo, mayor precio.

En cualquier caso, no vayas de manera repentina con la esperanza de que todo va a salir bien porque no será el caso. Incluso en los casos en los que llegas a primera hora, si vas sin entrada puedes dedicar, tranquilamente, media mañana sólo a hacerte con una (de las que no permiten el acceso al monumento, por supuesto).

Sólo hay una manera de llegar, el ferry

Como hemos dicho, esta visita se hace llegando a una isla, por ende, se hace en barco. La única manera de llegar desembarcar, de hecho, es en ferry. Puedes cogerlo en Liberty State Park (en New Jersey) o en Battery Park (lo hay gratuito). Tienes salidas cada 30/45 minutos, siendo la primera a las 9 am.

También puedes comprar tu viaje en ferry de manera anticipada (en pack junto a la visita a la estatua) o sólo el recorrido. Por último, algunas tarjetas turísticas también te incluyen el transporte a la isla, pero no las visitas.

Ponte calzado cómodo

Aunque es algo que, si haces turismo activo ya sabrás, no está de más recordarlo. En este caso en particular porque, si decides subir a la parte más alta vas a hacer pierna, pues hay 377 escalones. Además, no son especialmente cómodos de transitar, por lo que ir con el calzado más cómodo que tengas puede que sea la única manera de que no retrases el ritmo.

Comer en la isla

Si quieres comer en la isla de la Estatua de la Libertad, saber que puedes hacerlo sin problema. Allí se sitúan algunos lugares donde te servirán un poco de todo para que la excursión no te agote, incluyendo el propio ferry.

Pero si quieres llevarte algo por tu cuenta también puedes hacerlo. La única restricción al respecto es que no puedes pasar neveras dentro del reciento ni tampoco mochilas demasiado grandes. No te preocupes porque habrá a tu disposición taquillas gratuitas donde poder dejarlas y subir sólo con tu botellita de agua y un par de sándwiches.

No te pierdas el museo y la isla en general

En la isla se encuentra también el Museo de la Estatua de la Libertad. En él hay exhibiciones interactivas que te permiten conocer mejor la historia del monumento y su significado. También descubrirás algunas atracciones menores.

Disfruta de Ellis Island

El viaje en ferry te da acceso a esta pequeña isla que te recomendamos ver. Lo más destacable aquí quizás sea el Museo Nacional de la Inmigración, dedicado a los inmigrantes que llegaron a USA a lo largo de la historia

Vistas en barco

Si no quieres o desgraciadamente no puedes subir a la estatua, saber que dispones de la opción de verla, desde diferentes ángulos en barco. El Staten Island Ferry es gratuito pero es que, además, hay otras embarcaciones que si pueden moverse por allí, aunque no atracar como un velero histórico o un crucero.