Ser "madrugador" podría ser una herencia genética de los neandertales, según un estudio

Un equipo de investigadores de la Universidad de California, Estados Unidos, publicó un informe en que explican que el hábito de levantarse temprano sin que a uno le cueste hacerlo, forma parte de una ventaja evolutiva.

Por Canal26

Lunes 18 de Diciembre de 2023 - 12:24

Neandertal. Foto: Pixabay. Neandertal. Foto: Pixabay.

Según el dicho popular, al que madruga Dios lo ayuda, como si fuera un mérito o costumbre de cada persona, pero un estudio parecería demostrar que ser madrugador es un hábito heredado.

Una investigación de la Universidad de California señaló que la razón por la que aquellas personas que son llamadas “madrugadores” por no costarles levantarse y acostarse se encuentra en sus genes heredados de los neandertales.

De acuerdo con el estudio publicado en Genome Biology and Evolution, los humanos modernos surgieron de África hace más de 300.000 años, en un ambiente que moldeó su biología. Estos hombres empezaron a migrar hace 70.000 años a Eurasia, un continente distinto, con latitudes más altas y una mayor variación estacional de la luz diurna y la temperatura.

Alarma. Foto: Unsplash. Alarma. Foto: Unsplash.

Allí vivían, desde hace más de 400.000 años, los neandertales y denisovanos que se habían apartado de los modernos hace más de 700.000 años, causando que nuestros antepasados y los homínidos arcaicos evolucionaron en condiciones ambientales distintas. Esto provocó variaciones genéticas y fenos específicos. Cuando los humanos llegaron a Eurasia y se cruzaron con ellos adquirieron algunas variantes genéticas para adaptarse al nuevo entorno y, aunque parte de esa ascendencia se perdió por la selección natural, algunas variantes aún permanecen gracias a sus beneficios.

La reconstrucción del rostro de un neandertal. Foto: EFE

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La evolución de los humanos

Para llevar adelante el estudio que reveló la herencia genética de los neandertales, el equipo de científicos, seleccionó 246 genes circadianos de neandertales y humanos. En estos genes se hallaron cientas de variantes genéticas específicas para cada linaje con el potencial para influir en los genes presentes en los relojes circadianos, es decir, los sueños de sueño y vigilia, hambre y hormonas.

La reconstrucción del rostro de un neandertal. Foto: EFE La reconstrucción del rostro de un neandertal. Foto: EFE

El encuentro entre los humanos modernos euroasiáticos y los neandertales hizo posible que algunos de los humanos hubieran obtenido ciertas variantes circadianas de los neandertales. Para comprobar esta hipótesis, los expertos utilizaron información genética de miles de personas de Biobanco de Reino Unido y exploraron si las variantes genéticas estaban relacionadas con las preferencias del organismo por la vigilia y el sueño.

Además de encontrar muchas variantes con efectos sobre la preferencia por el sueño, los investigadores descubrieron que estas variantes aumentan, de forma sistemática, la propensión a despertarse más temprano, lo que podría ser una ventaja evolutiva beneficiosa y una característica genética neandertal digna de mantenerse.