Tragedia: un empresario puso a su hijo de 12 años a pilotar un avión, se estrellaron y murieron

Empresario y su hijo pilotando el avión. Foto: Twitter.

Un avión pilotado por un niño de 12 años se estrelló en una zona forestal entre Rodonia y Mato Grosso (Brasil) solo cinco minutos después de despegar desde el aeropuerto de Vilhena. El joven estaba al mando de la nave a propuesta de su padre, el empresario ganadero Garon Maia, quien lo acompañaba tomando una cerveza. Los cadáveres y los restos del avión fueron localizados al día siguiente de la tragedia. 

El avión bimotor era un Beechcraft Baron 58 (valorado en 1.200.000 dólares). “La avioneta se estrelló muy cerca del terreno arado, no le dio tiempo a aterrizar”, contó un empleado de la familia.

Padre e hijo accidentados en Brasil. Video: Twitter.

Las tragedias en la familia Maia no terminaron con el accidente. Solo algunos días después, la madrastra Paula Pridonik, de 27 años, se suicidó. El Centro de Investigación de Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa) inició una investigación exhaustiva sobre las causas del accidente.

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Volar aviones: una tradición de la familia agropecuaria Maia

La familia Maia es famosa en Brasil por estar asentada hace años en la industria agropecuaria. Son herederos de Braulino Basílio Maia, también conocido como Garon Maia, que durante el siglo XX fue uno de los empresarios más importantes del país, donde fundó más de 50 haciendas y mantuvo un rebaño promedio de 40 mil cabezas de ganado.

Empresario tomando cerveza mientras su hijo maneja el avión. Foto: Twitter.

Además de la actividad del campo, la familia Maia siempre se dedicó a la aviación. Varios miembros fueron pilotos y tenían inclusive una compañía de taxi aéreo. Días antes del accidente  circuló un video en el que el padre le enseña al joven Kiko cómo manejar la nave.

Además de la actividad del campo, la familia Maia siempre se dedicó a la aviación. Varios miembros fueron pilotos y tenían inclusive una compañía de taxi aéreo.

“Espera, ¿todo listo? Nada delante, ok. Vamos, 600 caballos, puedes empujar. 600 Kiko, anda”, dice. “Mano en la palanca, mano en la palanca. Mantén la mano allí y mira la velocidad”, dice el padre. Después se ve a Garon en el video tomando una cerveza y le pregunta a su hijo: “El pasajero puede tomar una, ¿verdad, Kiko?”.