Modificaciones en la temperatura del Océano Atlántico: ¿a qué se debe y cuáles son sus consecuencias?

Según un estudio, el colapso de la circulación de vuelco meridional puede producirse mucho antes de lo esperado y provocando graves efectos climáticos.

Por Canal26

Martes 13 de Febrero de 2024 - 20:30

Océano Atlántico. Foto Unsplash. Océano Atlántico. Foto Unsplash

La circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC) es una importante corriente que sirve como flujo para transportar agua cálida y salada hacia el norte del océano y aguas más frías hacia el sur. Tiene un rol fundamental en equilibrar y templar las temperaturas, especialmente en el noroeste de Europa.

Sin embargo, diversos científicos advirtieron que su funcionamiento natural está cada vez más en peligro como consecuencia del cambio climático.

Cambio climático, ecocidio, calentamiento global. Foto Unsplash. Cambio climático. Foto Unsplash

El derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia está poniendo en peligro la corriente AMOC, ya que acumula agua dulce en el norte del Atlántico, lo que frena y ralentiza la corriente cuyo colapso podría producirse mucho antes de lo que se esperaba.

Océano. Foto: Unaplash.

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Las posibles consecuencias

El colapso de la circulación de vuelco meridional del Atlántico se puede dar debido a la entrada de agua dulce en el Atlántico Norte y traería muchos efectos globales sobre el clima.

Si bien el enfriamiento afectaría principalmente a Europa, la incertidumbre es muy grande a nivel mundial: países del noroeste de Europa verían sus temperaturas generales desplomarse hasta 20 grados por debajo de los niveles actuales.

Los gráficos comparan el comportamiento de la AMOC en un sistema como el actual, y luego de sufrir un colapso. Comparación del comportamiento de la AMOC en el sistema actual, y luego de sufrir un colapso.

Los efectos tendrían lugar en todo el planeta: también bajarían las temperaturas en zonas de Norteamérica y Asia y habría importantes cambios en el comportamiento de la lluvia (las temporadas secas y las lluviosas podrían intercambiarse).

Los investigadores señalan que ese potencial colapso dependerá de la velocidad con la que se modifique el clima, y qué tan rápido se mantenga el derretimiento de la masa de hielo que se sigue volcando al océano Atlántico.