El papa Francisco habló de los migrantes devueltos a África y los comparó con "jugar al ping pong”

Indicó que es necesario que los migrantes, cuando son devueltos a su país, tienen que “ser integrados y no acompañados y no hacerles regresar a un drama que es donde caen cuando los devolvemos”.

Por Canal26

Sábado 23 de Septiembre de 2023 - 21:05

Migrantes provenientes del Mar Mediterráneo. Foto: Reuters Migrantes provenientes del Mar Mediterráneo. Foto: Reuters

La crisis migratoria fue el eje central en lo que fue la visita del papa Francisco a Marsella, Francia. En su viaje de regreso al Vaticano criticó “el ping pong” que dijo se hace con los migrantes cuando se les devuelve desde Europa a los campos del norte de África y “donde se les tortura”.

El papa viajó a Marsella para participar en los Encuentros Mediterráneos, un evento organizado por la Iglesia católica. Consideró que desde su visita a la isla italiana de Lampedusa, la puerta de Europa en estos diez años “ha tomado conciencia del problema”.

El papa Francisco sobre los migrantes. Video: EFE

Pero lamentó que “hay casos muy tristes, donde se hace un ping pong con los migrantes y vuelven atrás y acaban en campos peor que antes”; y citó el caso de un joven que acabó “ahorcándose” porque no resistió volver a uno de esos campos en Libia o Túnez.

Indicó que es necesario que los migrantes, cuando son devueltos a su país, tienen que “ser integrados y no acompañados y no hacerles regresar a un drama que es donde caen cuando los devolvemos”.

El Gobierno italiano de la ultraderechista Giorgia Meloni ha aprobado nuevas leyes para facilitar la repatriación de los migrantes que llegan a las costas del país.

Migrantes en Alemania. Foto: Reuters Migrantes en Alemania. Foto: Reuters

También explicó que en los cinco países europeos donde llegan más migrantes “hay pueblos vacíos con 20 ancianos”. “Qué estos pueblos hagan esfuerzos para integrar. Necesitamos mano de obra, Europa la necesita. Las inmigraciones bien conducidas son una riqueza". Ante ello, instó a "una política migratoria" en Europa que sea "más fecunda y que ayude".

Durante sus intervenciones en Marsella, había pedido a Europa que no sólo pensara en "rechazar" a los migrantes y que adoptase una acogida más justa y mayores cuotas de entrada legales, así como rechazó que hubiese "una emergencia" migratoria o que se tratase de "una invasión".

Papa Francisco de regreso al Vaticano tras su visita a Marsella. Foto: EFE Papa Francisco de regreso al Vaticano tras su visita a Marsella. Foto: EFE

Barrera antiinmigrante en Texas. Foto: Reuters

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El Mediterráneo, un nuevo cementerio

El papa pidió a Europa una acogida justa de los migrantes y, "en la medida de lo posible, ampliar las entradas legales" porque "el rechazo no es la solución", durante su intervención en los Encuentros Mediterráneos, una iniciativa de la Iglesia católica que se ha celebrado estos días en Marsella, en el sur de Francia.

En el salón de actos del Palais Du Pharo, ante el presidente francés, Emmanuel Macron, y los cerca de 60 obispos y grupos de jóvenes que participaron en los encuentros, el papa se hizo eco del "grito de dolor que es el que más retumba de todos, y que está convirtiendo el mare nostrum en mare mortuum", y lanzó su llamamiento a Europa.

"El Mediterráneo ha pasado de ser cuna de la civilización a tumba de la dignidad. Es el grito sofocado de los hermanos y hermanas migrantes", afirmó ante una platea en la que también se encontraban el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, y el vicepresidente de la Comisión Europea Margaritis Schinas.

Migrantes en Alemania. Foto: Reuters Migrantes en Alemania. Foto: Reuters

Destacó que "las dificultades para acoger, proteger, promover e integrar a las personas no deseadas están a la vista de todos, pero el criterio principal no puede ser la conservación del propio bienestar, sino la salvaguardia de la dignidad humana".

Reiteró su petición de no encerrarse en la indiferencia ante el drama de la migración y observó que "la Historia nos llama a una sacudida de conciencia para evitar un naufragio de la civilización".

"Contra la terrible lacra de la explotación de los seres humanos, la solución no es rechazar sino garantizar, en la medida de las posibilidades de cada uno, un amplio número de entradas legales y regulares, sostenibles gracias a una acogida justa por parte del continente europeo, en el marco de la cooperación con los países de origen", propuso.

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