G20: Lula toma la presidencia entre presiones de la UE y Estados Unidos, pero fortalecido por la ampliación del BRICS

Lula da Silva. Foto: Reuters.

Luis Inácio Lula da Silva, el presidente de Brasil, está camino a encabezar el G20, que realizará su próxima cumbre los días 9 y 10 de septiembre en Nueva Delhi, India, país que actualmente lidera al grupo. La reunión del organismo está marcada por el reciente encuentro de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y que decidió ampliarse, llegando a superar en las sumatorias de sus Productos Brutos Internos (PBI) al G7. Con la ausencia del mandatario chino, Xi Jinping y de su par ruso, Vladímir Putin, el jefe de Estado brasileño trasladará los debates de los BRICS con cierta soledad en la cumbre de potencias.

Cumbre de los BRICS. Foto: Reuters.

La presidencia que tomará Brasil durante la cumbre será la primera en el G20 y podría ser una oportunidad para poner sobre la mesa los asuntos de la región sudamericana en el organismo. Estados Unidos y los países europeos nucleados en el grupo tienen la mira puesta en la reciente ampliación del bloque de economías emergentes, que incluyó a Argentina, Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Etiopía, que presentan una amenaza para su hegemonía económica preponderante en el mundo. 

En este sentido, las disputas aparecerán en la cumbre de los 20 países al tratarse temas centrales como la guerra entre Rusia y Ucrania, el cambio climático, la reestructuración financiera y las negociaciones del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur.

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Tras la cumbre del BRICS, Lula da Silva planteó que uno de los desafíos más importantes de la reunión del G20 es "una reforma profunda de la gobernanza global, que represente mejor al mundo como un todo y que sea más justa y más efectiva". Estas declaraciones están a tono con el "mundo multilateral" planteado por China, aunque hasta el momento no presentó ningún proyecto concreto. 

Lula da Silva y Joe Biden. Foto: Reuters.

En este marco, Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, que es la economía más importante del planeta, y su homólogo brasileño tendrán una reunión bilateral. Pero si bien ambos mandatarios tienen como punto en común la intención de incorporar a los países que conforman la Unión Africana en el organismo, hay otras cuestiones en las que encuentran ciertas fricciones. Un ejemplo es la reforma financiera que el jefe de Estado demócrata quiere llevar a la cumbre, buscando una reestructuración del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) para que los países puedan adquirir una mayor capacidad de endeudamiento.

Lula da Silva junto a Kristalina Giorgieva. Foto: Twitter.

Pero las afirmaciones del líder del Partido de los Trabajadores de Brasil en su última conferencia semanal plantean ciertos cuestionamientos a estos organismos. Lula prefiere tener una actitud más confrontativa con el Fondo y el BM, de los cuales Estados Unidos es uno de sus principales accionistas, para poder negociar mejor.  En "Café con el presidente", el mandatario contó que se reunirá con la directora del FMI, Kristalina Giorgieva y que le demostrará "que se equivocaron".  “Ellos [el FMI] habían previsto un crecimiento del 1% para Brasil este año y nosotros crecimos más", afirmó. 

Ursula von der Leyen y Lula da Silva. Foto: Reuters

Por otra parte, la cumbre tendrá lugar en el medio de las negociaciones por el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur que se espera que firmen antes de fin de año. Recientemente, Brasil presentó una contrapropuesta para negociar con los estados europeos, ya que se opone a las sanciones ambientales que restringen el comercio internacional.

Los europeos argumentan que no quieren comprar productos que provengan de zonas donde hubo destrucción ambiental, siendo el extractivismo el grueso de la economía latinoamericana. Por este motivo, los países sudamericanos descalificaron la propuesta de Bruselas, aunque no plantean una alternativa a la explotación de los recursos naturales que pueda revertir el atraso y la dependencia económica de América Latina. 

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"Ahora lo que estamos tratando de construir es un grupo de países que no tienen nada que ver con la guerra, que no quieren la guerra, que quieren construir la paz en el mundo, para que podamos hablar tanto con Rusia como con Ucrania", dijo Lula da Silva recientemente tras su visita a Emiratos Árabes Unidos. El presidente brasileño, que mantiene una postura neutral ante el conflicto, planteó que "Europa y Estados Unidos acaban contribuyendo a la continuación de esta guerra" con el envío de armas a Kiev y por este motivo ni Volodímir Zelenski, ni su homólogo ruso, Vladímir Putin, quieren sentarse a negociar. 

"Europa y Estados Unidos acaban contribuyendo a la continuación de esta guerra".

"Ya propuse crear una especie de G20 por la paz. Con la crisis (financiera) de 2008, rápidamente creamos el G20 para intentar salvar la economía; ahora es importante crear otro G20 para acabar con la guerra y establecer la paz", cerró en aquella entrevista con periodistas. En este sentido, Lula da Silva, con la ausencia de Xi y Putin, será el encargado de trasladar una de las propuestas que tuvo más preponderancia en la cumbre de los BRICS que es, en principio, la ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU.

Lula da Silva en la Cumbre de los BRICS. Foto: Reuters.

El mandatario de Brasil expresó la necesidad de que se incluyan en esta comisión a miembros de países emergentes. Sin embargo, todas las verdaderas potencias mundiales que presentaron planes de diálogo hasta el momento, desde China hasta Estados Unidos pasando por Europa, fracasaron.