Un año de gobierno de Gustavo Petro: de la paz con la guerrilla y las reformas en el congreso, a la acusación contra su hijo

Gustavo Petro. Foto: Reuters.

Gustavo Petro cumplió un año como presidente de Colombia, después del escandaloso gobierno del derechista Iván Duque que presenció grandes protestas en su contra. Este primer tiempo de mandato para el actual jefe de Estado colombiano tuvo su apoyo entre sectores indígenas y sindicales. Por otra parte, los cargos de corrupción contra su hijo Nicolás que enfrenta una imputación por haber financiado la campaña electoral de su padre con dinero del narcotráfico y que podrían significar un descenso en su gobernabilidad. 

El primer año de Gustavo Petro estuvo acompañado de muchas acciones que visibilizaron la identidad de los pueblos originarios, que se extiende a una parte importante de la población del país. Dio espacio en los actos oficiales a la Guardia Indígena y se acercó a los departamentos con mayores tasas de pobreza, como cuando gobernó desde La Guajira. 

Gustavo Petro. Foto: NA.

"El Gobierno ha mostrado una voluntad de cambio, ha sido un Gobierno terco y obstinado en hacer aprobar unas reformas a la salud, a las pensiones, al mercado de trabajo", dijo en diálogo con la agencia de noticias EFE el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Rosario Mauricio Jaramillo. "Lo malo es que el Gobierno no ha podido concretar el mandato de la gente y lograr ese cambio", agrega de manera fulminante. 

"El Gobierno ha mostrado una voluntad de cambio, ha sido un Gobierno terco y obstinado en hacer aprobar unas reformas a la salud, a las pensiones, al mercado de trabajo"

Las principales reformas todavía se están debatiendo en el congreso donde, en un comienzo, los partidos tradicionales lo apoyaron pero luego perdió la mayoría. Sin embargo, la situación con su hijo puede restarle más apoyos.

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Nicolás Petro acusado de financiar la campaña de su padre con dinero del narcotráfico

El aniversario de la presidencia de Petro coincide con uno de los mayores escándalos de su mandato relacionado a las imputaciones de la Fiscalía a su hijo mayor, Nicolás Petro Burgos, por lavado de activos y enriquecimiento ilícito. La Fiscalía afirmó que el Nicolás confesó que parte del dinero que obtuvo de un narcotraficante y un empresario fue a los fondos de la campaña presidencial.

Nicolás Petro. Foto: Reuters.

Sin embargo, Nicolás Petro enfatizó en una entrevista con Semana: "ni mi papá ni el gerente de la campaña, Ricardo Roa, sabían de los dineros que recibimos Daysuris (su exesposa) y yo de Santander Lopesierra y de Gabriel Hilsaca". Esta situación entró en contradicción con el discurso del presidente durante las elecciones en las que denunció a los partidos tradicionales y sus vínculos con el delito. 

"¿Cuál es el problema de que Petro dé un paso atrás, recule, haga un acto de constricción? Que de alguna manera va a ser asumido como la aceptación de la culpa, de la responsabilidad".

"Nada ni nadie puede detener la lucha de toda una vida contra todas las formas de corrupción, y el gobierno continuará sin distracciones su tarea y compromiso por una Colombia mejor", afirmó el presidente. En este sentido, el profesor universitario se preguntó: "¿Cuál es el problema de que Petro dé un paso atrás, recule, haga un acto de constricción? Que de alguna manera va a ser asumido como la aceptación de la culpa, de la responsabilidad". Además agregó que el mandatario debe mantenerse en "la línea de que hay una Fiscalía politizada" y un "establecimiento" que no lo quiere en el Ejecutivo.

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Petro perdió la mayoría en el congreso

"Va a ser difícil para Petro reponerse", analiza Jaramillo, pero no ve que el caso de corrupción que transita el hijo vaya quitarle respaldo en el parlamento al presidente. El discurso de campaña electoral durante 2022 era una gran "acuerdo nacional", donde se eligió un gabinete de ministros conformado por diversas corrientes políticas de centro e izquierda. Sin embargo, con el correr de los meses, Petro cambió a once de ellos, de los cuales dos tuvieron salidas críticas como Alejandro Gaviria (Educación) o José Antonio Ocampo (Hacienda).

Congreso colombiano. Foto: Reuters.

En principio pudo aprobar la reforma tributaria que generó más recaudación para el gobierno. Pero con el tiempo, la oposición puso palos en la rueda para que salgan otras reformas sociales que pretenden, por ejemplo, ampliar el servicio de salud a zonas que hoy no cuentan con ellos. 

Según el exministro Gaviria, se llegó al "fracaso de la idea de gabinete plural y la idea de un Gobierno de coalición (...) y no hay una alternativa, no hay todavía una idea clara de si se va a volver a tener una coalición en el Congreso y eso pone un signo de interrogación sobre algunas de las reformas que el Gobierno quiere aprobar".

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Acuerdos de paz con la guerrilla

La paz total es otra de las banderas del presidente de uno de los países más azotados por el narcotráfico y las guerrillas. El mandatario empieza su segundo año con el mayor alto al fuego bilateral pactado con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con la intención de acelerar la negociación para alcanzar un acuerdo de paz antes de que termine su mandato en 2026.

Además, en junio, en La Habana, Petro puso fecha para el fin del conflicto: mayo de 2025, pero el jefe negociador del Gobierno, Otty Patiño, cree que se puede llegar a un acuerdo en 2024 para poder implementar un acuerdo firmado cuanto antes y no pase como con el de las FARC, que asume luego un gobierno que se opone al pacto y lo incumpla. En un contexto donde constantemente hay masacres y asesinatos de líderes sociales, la negociación con los grupos armados es muy compleja y más teniendo en cuenta la ambición del presidente colombiano de sentarse a dialogar con cinco guerrilla a la vez.