Mitos y realidades: ¿qué implica beber alcohol antes de mantener relaciones sexuales?

En las fiestas de fin de año, los brindis se disparan y con ellos también las experiencias sexuales bañadas de alcohol y acompañadas de desinhibición, riesgos y menos orgasmos.

Por Canal26

Sábado 30 de Diciembre de 2023 - 20:36

Fiesta. Foto: Unsplash Fiesta. Foto: Unsplash

En "Lagunas. Memoria de una alcohólica", un libro en el que narra cómo el alcohol se convirtió en parte de su derecho como mujer fuerte y progresista del siglo XXI, Sarah Hepola escribe: "Me avergonzaba mi sexualidad agresiva cuando estaba borracha. No parecía yo. Y tras despertarme con lagunas, me torturaba pensando en las cosas horribles que podía haber estado haciendo o diciendo. Mi mente era un bucle continuo de lo que más me asustaba".

La autora explica cómo beber la ayudaba a tener relaciones sexuales con una "falsa" seguridad en sí misma. "El alcohol ayudaba. Ya lo creo que ayudaba. Dentro de mi fortaleza de latas vacías estaba a salvo del miedo y las críticas. El alcohol me relajaba las caderas y me abría los puños, y tras años de tirar del dobladillo, la sensación de libertad era increíble. Pero tenía un precio. A menudo me despertaba con lagunas", relata.

Brindis. Foto: Unsplash Brindis. Foto: Unsplash

En la encuesta EDADES 2022 sobre consumo de alcohol y drogas en España, el Ministerio de Sanidad de ese país señaló que la ingesta intensiva de alcohol disminuyó 2,7 puntos porcentuales en la población española de entre 15 a 64 años respecto a 2020, pasando de un 19,4% a un 16,7% en 2022.

Sin embargo, en las fiestas de fin de año, los brindis se disparan y con ellos también las experiencias sexuales bañadas de alcohol y acompañadas de desinhibición, riesgos y menos orgasmos. Al experimentar cierta sensación de escapismo, libertad y falsa seguridad, muchas personas hacen del alcohol la bebida previa u obligatoria antes de practicar sexo. 

"El sexo se ha convertido en la prolongación lógica de la juerga. Y así nos va; follando fatal. Porque el alcohol desinhibe y nos quita complejos. Técnicamente, el sexo es peor, pero emocionalmente es menos peligroso", le explicó a S Moda Bob Pop, que en 2024 publicará el ensayo Como las grecas, donde explora la forma en la que bebemos en entornos sociales.

"Culturalmente, asociamos socializar con beber, por lo que limitamos las opciones de planes a la hora de conocer a alguien. Además, es mucho más fácil lidiar con las sensaciones que pueden acompañar el conocer a alguien; el no saber qué preguntar, los silencios incómodos o las expectativas sobre cómo tenemos que sentirnos. Una cita está rodeada de incertidumbre y, aunque beber nos haga más divertidas y desinhibidas, nos quita la oportunidad de enfrentarnos a la situación desde lo que verdaderamente sentimos", destacó al mismo medio Lucía Jiménez, sexóloga del equipo de Diversual.

Las relaciones sexuales decayeron en el último tiempo. Foto: Unsplash. Relaciones sexuales. Foto: Unsplash

Vino, consumo de bebidas alcohólicas. Foto: Unsplash.

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Los problemas de beber alcohol antes de tener relaciones

"Ante una dosis 'correcta' que, como máximo, serían dos copas, la sensación de alta autoestima y la desinhibición cuando nos relacionamos ensalza la parte positiva a la hora de entablar relaciones interpersonales que pueden conducir a relaciones sexuales. De hecho, hacer un uso adecuado de alcohol no sería del todo pernicioso en el caso de personas a las que les cueste entablar relaciones interpersonales y que sean muy tímidas", agregó el doctor Francisco Gómez León, andrólogo y experto en disfunción eréctil e impotencia. Sin embargo, destacó que "en el caso de la mujer beber puede rebajar bastante la libido, y con respecto al hombre, puede fomentar una disfunción eréctil relacionada con la cantidad de alcohol previa a la relación sexual".

"El alcohol apaga la corteza prefrontal, que es la que organiza, planifica y pone raciocinio en nuestras decisiones. El alcohol puede llevarnos a tomar decisiones que no tomaríamos sobrias, y a obviar nuestro sistema de valores. También puede dificultarnos la atención y, por lo tanto, la retención de información para luego recordar lo que ha sucedido. Hay que entender que la inhibición tiene la función de protegernos, y que el equilibrio es lo que nos permite relajarnos sin correr", aseguró Jiménez.

En ese sentido, cada vez más personas optan por un estilo de vida sobrio en el que priorizan el bienestar y la claridad mental, pero en las fiestas llegan las noches regadas por copas de más en las que las relaciones sexuales son destinadas a generar tan pocos recuerdos como orgasmos.

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