Los detalles ocultos de la legendaria reunión entre Bielsa y Guardiola en el campo del "Loco" en Argentina

Se admiran y se respetan. Este sábado se enfrentaron en la cancha con sus equipos por la Premier League, pero en realidad se conocieron en 2004. Ese encuentro fue una "perlita".

Por Canal26

Sábado 3 de Octubre de 2020 - 17:48

Pep Guardiola y Marcelo Bielsa, ReutersGuardiola y Bielsa, rspeto y admiración mutua. Reuters.

Este sábado se encontraron en el partido que sus respectivos equipos disputaron por la Premier League. Pep Guardiola y Marcelo Bielsa estaban pendientes y atentos al Manchester City y al Leeds United y no tuvieron tiempo para hablar demasiado, salvo un afectuoso saludo antes de comenzar el encuentro.

 

Pero claro que no era la primera vez que se veían.

 

Todo comenzó mucho tiempo atrás, cuando Guardiola vino a la Argentina durante el año 2006. Tras llegar al país, Guardiola mantuvo una charla con César Luis Menotti, un personaje del mundo futbolístico al que admira de manera inocultable, pero luego de ese encuentro, el español emprendió un viaje que lo llevaría a la provincia de Santa Fe.

 

Mientras hoy muchos podrían llegara a pensar que se dirigía a la ciudad natal de Lionel Messi, Guardiola en cambio tenía otro destino apuntado en su agenda personal. Iba hacia la localidad de Máximo Paz, en la provincia de Santa Fe, uno de los reductos preferidos de Marcelo Bielsa; y donde recobró gran fuerzas tras su paso por la selección argentina luego de su experiencia que abarcó desde el 99 hasta el año 2004.

 

Fue un encuentro de grandes, un choque de "titanes" del fútbol, que se juntaron para expresarse su mutua admiración y respeto, y para hablar no solo de fútbol.

 

Guardiola hizo su viaje acompañado por el escritor y cineasta madrileño David Trueba, quien fue un impensado testigo de aquel "meeting". Bielsa fue un buen anfitrión, cons asado y un recorrido por el lugar donde lo esperaba a Guardiola y luego se metieron de lleno en lo que les gusta.

 

Fue un incesante ir y venir de conceptos futbolísticos, de frenéticos debates sobre distintos equipos. De análisis de posiciones dentro del campo, de anécdotas. Comenzaron y no pararon más. Fue una charla intensa, obviamente que no puedo contar detalles que quedarán seguramente ahí en esas cuatro paredes. Hasta hubo consultas en la computadora sobre temas en los que no se ponían de acuerdo y también puesta de escena de diferentes acciones que ocurrían dentro del campo”, dijo luego Trueba en el libro "Che Pep" de Vicente Muglia.

 

Vale destacar que en el momento de su encuentro, Bielsa acababa de dejar la selección argentina, mientras que Guardiola era casi un entrenador novato, que también buscaba los consejos del argentino. Y eso se dio así mismo, por expresas recomendaciones de su amigo Gabriel Batistuta.

 

En la charla, dijo Guardiola: "Marcelo, usted que conoce toda la basura que rodea al mundo del fútbol y el alto grado de deshonestidad de cierta gente, ¿aún tiene ganas de querer volver a ese ambiente y meterse además a entrenar? ¿Por qué no se queda en el mundo juvenil y se olvida del profesional con los medios y las críticas?"

 

Sin dudarlo, y con su estilo parco, respondió Bielsa: "¿Sabe lo que ocurre? Yo necesito esa sangre".

 

Lo dicho por Bielsa dio pie a una muy interesante reflexión de Pep.

 

Todos necesitamos esa sangre, si no, nos vamos para casa. Esta profesión es muy adictiva. Nos ayuda a vivir al límite de todo, en lo bueno y lo malo. Hay que tener capacidad de bajar en los momentos de excitación y animarte en los malos. Querer ganar, convencer a los jugadores, seducirles, que te sigan y tú sigas a ellos. Aprender de ellos y ellos de ti. Esa cosa tan adictiva es la sangre que Marcelo decía. Yo necesito esa adrenalina. Es verdad que a todos los entrenadores, cuando nos echan, nos llega el momento de decir ‘voy a descansar’. Pero a los 4 meses ya estamos esperando a ver quién te llama. Somos como actores de cine que esperamos el llamado de un productor para hacer una película”, aseguró luego de un tiempo, al recordar ese encuentro Pep Guardiola.

 

Fue sin dudas uno de esos momentos mágicos e irrepetibles, entre dos personajes que parecen de mundos muy diferentes y que se unen por el talento y la pasión desmesurada por el fútbol.

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