El pueblo “fantasma” de Buenos Aires que es ideal para conocer en las vacaciones de invierno

Situado en el partido de Puán, este pueblo abandonado puede ser un punto interesante para recorrer durante el receso invernal.

Por Canal26

Martes 27 de Junio de 2023 - 12:36

Estela, en el partido de Puán, Buenos Aires. Foto: Sudoeste BA. Estela, en el partido de Puán, Buenos Aires. Foto: Sudoeste BA.

En la vasta provincia de Buenos Aires, hay numerosos pueblos que valen la pena visitar. Sin embargo, uno en particular se convirtió en un lugar "fantasma" en el último tiempo, ya que perdió a sus últimos dos habitantes. Estamos hablando de Estela, un pequeño recinto ubicado en el partido de Puán, que en su momento experimentó un rápido crecimiento gracias a la llegada del Ferrocarril Roca y al auge de la actividad agrícola-ganadera.

Estela se encuentra a unos 665 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires y se caracteriza por su extensa llanura ondulada y su clima semiárido. Durante su apogeo, en los años 90, llegó a contar con alrededor de 100 habitantes. Sin embargo, con el cierre del ramal de trenes que solía pasar por allí, la población comenzó a disminuir rápidamente. En el censo de 2001, solo quedaban 25 personas en la zona, y en el censo de 2010, solo dos.

Jorge Fajardo y María Celia Romero, un matrimonio que se estableció en Estela cuando sus hijos eran pequeños, fueron los últimos habitantes del pueblo. Ellos presenciaron los días de bonanza, cuando existía una comisaría, una escuela, un almacén y una fábrica de harina. Sin embargo, con el paso del tiempo, fueron testigos de cómo las calles polvorientas y empedradas de este "pueblo blanco" se quedaron vacías.

Estela, en el partido de Puán, Buenos Aires. Foto: Sudoeste BA. Estela, en el partido de Puán, Buenos Aires. Foto: Sudoeste BA.

Después de 31 años de vivir en Estela, Jorge y María decidieron partir en 2022. Sus hijos optaron por seguir otros caminos, y ya no tenían ninguna razón para permanecer en el pueblo. Con su marcha, Estela finalmente se convirtió en un lugar verdaderamente "fantasma", sin habitantes aunque no privó de que haya turismo.

“Había gente en las calles, pasaban los trenes de carga y el molino funcionaba. Yo incluso había puesto un almacén que trabajaba bien y no se veía la miseria que hoy se sufre. Todavía suelen concurrir algunas personas que lamentan cómo se ha desmantelado el ferrocarril”, explicó en su momento María Celia Romero.

Hoy en día, solo queda un paisaje desolado en este pueblo que vio cómo se apagaba su luz tras el cierre del ferrocarril. Aquellos que lo visitan pueden admirar la casa que fue habitada por la última pareja, así como los silos y los vestigios del entorno rural que los rodean. Estela se convirtió en un destino cautivador, una ventana al pasado y un testimonio de la historia que una vez fue.

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