Crece la tensión entre el agro y Gobierno francés: el conflicto podría hacer caer el acuerdo entre Mercosur-UE

Protestas en Francia contra el Gobierno. Foto: EFE

En Francia, los agricultores llevan a cabo protestas para presionar al Gobierno en busca de nuevas medidas económicas, comerciales y administrativas que puedan hacer rentables sus explotaciones.

Sin embargo, se vivía una tregua aparente entre el conjunto de tractores, que desde hace una semana bloquean numerosas rutas, y la policía. Sin embargo, la misma dio los primeros signos de agotamiento cuando los campesinos intentaron asaltar el mercado de abastos de Rungis, el mayor centro mayorista de Europa.

Protestas de agricultores. Foto: EFE

El mercado es considerado el cordón umbilical de París y de buena parte del país, por lo que el Gobierno no permitió que se traspase esa "línea roja" y arrestó a las personas que intentaron colarse en sus instalaciones. Esta decisión aumentó la tensión existente entre los agricultores franceses y las fuerzas del orden.

El clima estaba caldeado desde la mañana, cuando un convoy que había salido el pasado lunes desde Agen, en el sur del país, epicentro de la protesta, con destino a Rungis, se topó con un destacamento policial que los detuvo a 80 kilómetros de su destino.

Al volante de los tractores iban campesinos del sindicato Coordinación Rural, que aunque no es el más mayoritario sí está siendo el más combativo, y fue acusado de cercanía con la extrema derecha del país.

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Los campesinos tiene apoyo

Una encuesta mostró que casi el 80% de los franceses respalda las demandas de los agricultores.

La extrema derecha, liderada por Marine Le Pen, parece estar sacando rédito de las protestas de cara a las elecciones europeas de junio próximo, en las que buscará revalidar la victoria lograda hace cinco años.

Marine Le Pen. Foto: Reuters

El primer ministro, Gabriel Attal, que lleva tan solo 20 días en el cargo, explicó ante el Senado sus líneas políticas y, como había hecho un día antes ante los diputados, envió guiños a los agricultores. Sin embargo, el jefe del Gobierno más joven de la historia del país no está apagando una llama que cobra fuerza.