Coronavirus: la crisis que afecta a las prostitutas durante la cuarentena en el mundo

Trabajadoras de Francia y España, entre otros países, exigen medidas para sobrepasar la cuarentena. También denuncian que crecieron la violencia y los actos delictivos.

Por Canal26

Viernes 10 de Abril de 2020 - 15:41

Prostitución en FranciaProstitución en Francia

El coronavirus afecta duramente a las economías del mundo así como también a trabajadores que no pueden realizar teletrabrajo.

 

Es el caso de la prostitución en Europa, que no pueden trabajar durante la cuarentena que paraliza a casi todo el mundo.

 

"Hace ya semanas que no entra ni un solo euro en nuestros bolsillos", lamenta Conxa Borrell, secretaria general del sindicato español de trabajadoras sexuales OTRAS, mientras que España se dirige a su cuarto fin de semana en cuarentena.

 

Las medidas de confinamiento y distanciamiento social instauradas en la mitad de la población mundial para frenar el avance del coronavirus están pasando factura inevitable a las personas que dependen financieramente de un sector que radica en el contacto físico.

 

"Las mujeres y hombres que ejercen prostitución en España han tenido que parar toda actividad laboral, ya que el contacto físico entre las profesionales del sexo y sus clientes es básico y muy cercano", explica Borrell y enumera a las víctimas de la crisis: "las mujeres que captan a sus clientes en la calle, las que trabajan en pisos, chalets, clubs, centros de masajes, las independientes..."

 

Pero no solo las prostitutas se han quedado sin ingresos. Todas las trabajadoras del sexo, no virtuales, no tienen trabajo: actores/actrices pornográficos, masajistas eróticos, strippers, modelos eróticos, entre otros.

 

En Francia, las asociaciones de trabajadoras sexuales han pedido al presidente Emmanuel Macron que cree un fondo de emergencia "para hacer frente a la extrema incertidumbre económica".

 

A diferencia de España, la prostitución en Francia es una actividad legal, declarable y con derecho a la seguridad social, pero su explotación y cualquier tipo de actividad que la favorezca no lo es. Además, a partir de 2016, una reforma penaliza a sus clientes, con una multa de hasta 3.750 euros (en caso de reincidencia).

 

El problema es que, para mantener y proteger a su clientela, las prostitutas -consideradas por la ley como víctimas- se han visto obligadas a "esconderse aún más", exponiéndose "a mayores riesgos", denunciaba entonces el diario francés Le Figaro.

 

"Los actos delictivos y la violencia también han aumentado", denuncia Anaïs de Lenclos del sindicato del sexo francés (Strass). "Por lo tanto, cuando se introdujo el confinamiento, ya estábamos en una situación difícil".

 

Las asociaciones temen que "algunas de las trabajadoras sexuales más pobres se vean obligadas a violar las medidas de confinamiento, no porque quieran, sino porque no tienen medios de subsistencia".

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