Kathrin Jansen, el cerebro detrás de la vacuna de Pfizer que salvará al mundo

Nació en Alemania Oriental sufriendo infecciones de garganta a repetición. Huyó al Oeste con su familia, estudió microbiología e investigó ideas vanguardistas que chocaron con mucho escepticismo. Tras crear tres vacunas cruciales, ya nadie duda de ella.

Por Canal26

Martes 10 de Noviembre de 2020 - 11:11

Kathrin Jansen, científica de PfizerKathrin Jansen, científica de Pfizer.

Kathin Jansen es una científica, nacida en la ex Alemania Oriental, tiene estatus de celebridad por las vacunas del virus del papiloma humano y del neumococo. En el mundo científico esta mujer de 62 años, nacida en la ex Alemania Oriental, tiene estatus de celebridad por las vacunas del virus del papiloma humano y del neumococo.

 

El mundo entero hablaba del gigante farmacológico y de los resultados de sus ensayos de fase 3, la última etapa en la investigación. Nadie, sin embargo, hablaba de Kathrin Jansen, la responsable del logro.

 

Mikael Dolsten, titular de investigación y desarrollo en Pfizer, dijo a Stat que Jansen encarna la urgencia de la empresa “por terminar con esta pandemia espantosa”. Y en buena medida se echó al hombro esa tarea: mediante llamadas diarias desde su casa de Manhattan, con Dolsten y con el equipo de BioNTech —firma socia de Pfizer en la búsqueda de esta vacuna—, ella coordinó las pruebas de cuatro candidatas potenciales y llegó a competir cuerpo a cuerpo con el otro laboratorio que parecía avanzar más rápido, Moderna, pero que no logró los mismos resultados.

 

“Ella no sacrificaría la calidad por la velocidad”, explicó William Gruber, un ejecutivo histórico del laboratorio que ahora buscará la aprobación de la vacuna. “Es una académica realmente intransigente en lo que respecta al desarrollo de vacunas”, citó Matthew Herper, autor del artículo.

 

Aunque se juega un negocio anual multimillonario, Jansen mantuvo un dominio firme y calmo de la operación, consciente de que tardara lo que tardase sería un récord: ninguna vacuna se desarrolló antes en menos de cuatro años. Se concentró, como siempre, en los datos. “Ella es exactamente la persona a la que uno querría en ese puesto”, agregó a Stat Paul Offit, director del Centro de Educación sobre Vacunas del Hospital de Niños de Filadelfia.

 

Jansen nació en Erfurt y durante toda su infancia sufrió repetidas infecciones de garganta que su padre, un ingeniero químico, solía tratar con antibióticos y codeína, siempre a mano en la casa. “Uno es pequeño y sufre esas toses violentas y se siente tan enfermo, y entonces le dan una droga y se siente mejor”, recordó lo que podría haber sido el grado cero de su vocación.

 

Poco antes de la construcción del muro de Berlín, en 1961, la familia pasó a Alemania Occidental: aunque sus padres tenían buenos trabajos, temían por el porvenir. Salieron en tres automóviles; todo lo demás lo dejaron atrás. El padre mintió que iba a una entrevista de trabajo. La futura microbióloga viajó sedada con pastillas de dormir para evitar que contradijera la historia en el control fronterizo.

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