El MAS se despega del Gobierno de Bolivia por denuncias de corrupción y narcotráfico

Luis Arce. Foto: REUTERS.

El Movimiento al Socialismo (MAS), partido central del Gobierno de Luis Arce en Bolivia, hoy declaró que "en este momento" deciden dejar de acompañar a la coalición por las denuncias sobre "corrupción" y encubrimiento al narcotráfico que incluiría a varios funcionarios, acusaciones que hasta el momento no fueron aclaradas.

Salter Apaza, dirigente político y secretario de Fiscalización de la Dirección Nacional del MAS, declaró frente a la prensa: "En este momento no estamos con el Gobierno por sus acciones de corrupción y narcotráfico que no están siendo esclarecidas".

Apaza afirmó que el gobierno liderado por Arce y el vicepresidente David Choquehuanca, habían sido "respaldados y elegidos con los votos de los militantes simpatizantes del MAS", en la misma línea, explicó el porqué de retirar su apoyo. "Por los actos de corrupción que se mostraron del Gobierno y el narcotráfico, el MAS decidió que esas acciones no son respaldadas por nuestro partido", sentenció.

Evo Morales, ex presidente de Bolivia. Foto: REUTERS.

Las tensiones entre el MAS y el gobierno se remontan a 2021, cuando el expresidente y actual líder de esa organización política, Evo Morales, y sus militantes, solicitaron a Luis Arce que realice cambios inmediatos en su gabinete, directiva que el gobernante decidió no acatar.

La desobediencia de Arce ante la "petición" de Evo Morales, desembocó en una seguidilla de acusaciones contra el gobierno por presunta corrupción, encubrimiento al narcotráfico y una supuesta persecución política en contra del exmandatario; además de reiteradas denuncias en contra de Arce y Choquehuanca por traición, algo que fue negado desde la gobernación.

La tensión fue en crecimiento cuando a fines del mes pasado, Arce consolidó a su ministro de Gobierno (equivalente a ministro del Interior en nuestro país), Eduardo del Castillo, sin tener en cuenta que había sido censurado en el Parlamento boliviano por votos opositores y los legisladores de la cúpula más cercana a Morales, llamados "evistas".

Arce y Morales se encontraron a principios de julio en Cuba y según fuentes del periodismo, líderes y exautoridades del país organizaron un acercamiento entre ambas partes, algo que el oficialismo nunca llegó a confirmar. Al poco tiempo volvieron a coincidir en un mismo lugar, esta vez en Bolivia durante la clausura de juegos estudiantiles regionales, cercanos del trópico de Cochabamba. Allí se concentra la mayor fuerza política y sindical de Evo Morales, y donde se creía que habría más tensión, en cambio se los vio riendo y conversando juntos.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, junto al expresidente Evo Morales. Foto: REUTERS.

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La fricción entre ambas facciones

El día de hoy, Apaza denunció que los dirigentes del sindicato más grande del país y aliados del gobierno actual, la Central Obrera Boliviana (COB), estaban buscando "entrometerse" a la fuerza en las decisiones que tomaba el partido, con intención de cambiar el lugar en donde se llevará a cabo el congreso nacional del MAS en octubre.

Por un "principio histórico" la reunión del MAS se llevaría a cabo en la localidad de Lauca-Ñ, también en el trópico de Cochabamba, entre el 3 y el 5 de octubre por ser un lugar "donde siempre se realizaron los eventos de importancia nacional" del partido.

"Siempre hubo intenciones de querer debilitar al MAS", aseguró Apaza, refiriéndose a los conflictos políticos que atraviesan con el gobierno. No obstante, declaró que la militancia oficialista se encuentra "más unida que nunca".