La llegada de un hijo ¿cambia realmente a las personas?

Un estudio revela que las no cambian su personalidad tras convertirse en padres. Foto: Unsplash

Sin dudas, la llegada de un hijo hace que la vida de uno cambie drásticamente. Pero, ¿solo cambia la rutina o también las personas? Muchos tienen la creencia de que la maternidad o paternidad convierten a las personas en otras completamente distintas. Sin embargo, algunos estudios demuestran que esto no es tan cierto. 

La catedrática en Psicología de la Universidad Médica y de la Salud de Potsdam, en Alemania, Eva Asselmann, investiga los cambios en los rasgos de personalidad que se dan a lo largo de la vida como consecuencia de determinados acontecimientos. La experta señaló que, aunque muchos padres afirman que el nacimiento de su primer hijo les cambió la vida, en realidad son pocos los cambios que se generan. 

Bebés. Foto: Unsplash

"Una hipótesis es que ser padre o madres hace a uno más maduro, es decir, más consciente y más estable emocionalmente", indicó Asselmann, quien agregó que "la conclusión es que no hay cambios significativos en estos rasgos de la personalidad". 

Un punto que se destacó y, a la vez, sorprendió del estudio es que las personas no se volvieron más atentas, es decir que ponen más cuidado y atención a las cosas, luego del parto. Según la catedrática, esto se debería a que el nacimiento de un hijo cambia las prioridades por lo cual otros ámbitos quedan desplazados y ya no pueden ser tan meticulosos en el hogar o trabajo, por ejemplo. 

Maternidad. Foto: Unsplash.

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Mas que un deseo, una cuestión de factores

Al parecer, esta investigación demostró que, de acuerdo con ciertos rasgos de la personalidad, hay personas más propensas a elegir la maternidad o la paternidad y esto puede depender de distintos factores. Entre estos factores se encuentran la pareja, la seguridad económica, las normas culturales como también los rasgos fundamentales de la personalidad de cada uno. 

Steffen Peters, del Instituto Max Planck d Investigación Demográfica de Rostock, investigó estos factores y llegó a la conclusión de que "los hombres extrovertidos, tienen más probabilidades de tener un primer hijo". Al igual que la doctora Alsselmann, Peters utilizó los estudios Big Five, que emplea cinco características para describir la personalidad de las personas: apertura a nuevas experiencias, extraversión, agradabilidad, meticulosidad y estabilidad emocional. 

Padre y bebé - Hijos - Paternidad

Así fue como coincidieron en que las personas menos abiertas a nuevas experiencias y más extrovertidas son las que más posibilidades tienen de formar una familia y que, incluso, el efecto puede ser más fuerte en hombres que en mujeres. "Las personas abiertas a nuevas experiencias muestran un amplio abanico de intereses, les gusta viajar, quieren recoger nuevas impresiones o conocer otras culturas", añadió Asselmann, siendo estos los que, posiblemente, tendrían menos ganas de convertirse en padres. 

En resumen, la investigación reveló que cambiar de trabajo o carrera genera más impacto en las personalidades que tener un hijo. La experta explicó que "un nuevo trabajo conlleva unos requisitos muy claros" mientras que el rol de padres está menos definido ya que hay ideas diferentes de cómo llevarla adelante y esta sería la razón por la cual, sorprendentemente, son pocos los cambios de personalidad en la transición a la maternidad o paternidad.