Silvio Berlusconi y el sueño que nunca pudo cumplir: comprar a Diego Maradona

En su época como dirigente del AC Milan, el ex primer ministro italiano intentó contar con el astro argentino en más de una ocasión.

Por Canal26

Lunes 12 de Junio de 2023 - 15:32

Diego Maradona y Silvio Berlusconi. Foto: NA. Diego Maradona y Silvio Berlusconi. Foto: NA.

Diego Armando Maradona fue y seguirá siendo una de las personas más famosas del mundo. Pero, precisamente a finales de la década de 1980, tras la conquista del Mundial de México y los títulos obtenidos con el Napoli, su fútbol captó la atención de los clubes más importantes de Europa.

Silvio Berlusconi no fue la excepción. El ex primer ministro de Italia, que falleció este lunes a los 86 años, tomó las riendas del AC Milán en 1986 y lo llevó a lo más alto de su historia, cosechando, entre otros títulos, dos Copas de Europa, dos Intercontinentales y una Serie A. Pese a ser un equipo integrado por estrellas como Marco van Basten, Ruud Gullit y Paolo Maldini, el magnate italiano buscó cerrar al último soldado ideal: Maradona, pieza indispensable en la construcción del "dream team" definitivo

Hace apenas dos meses, en su última entrevista en vida, la cual le brindó al diario La Gazzetta dello Sport, Berlusconi expresó: "(Tengo) un profundo pesar, y no solo porque Maradona fue el mejor jugador de su generación. Era una persona frágil y tal vez la disciplina y la atención a las personas que había en mi Milán le hubieran ayudado a evitar algunos errores".

Silvio Berlusconi con los trofeos que ganó el AC Milan con él como presidente. Foto: Archivo. Silvio Berlusconi con los trofeos que ganó el AC Milan con él como presidente. Foto: Archivo.

Antonio Tajani y Silvio Berlusconi. Foto: Reuters

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Los intentos de Berlusconi

El primer intento de sumar a Maradona fue en 1987, al poco tiempo de que Berlusconi llegó  al Milan. En noviembre de ese año, el entonces presidente del club invitó al que era representante de Diego, Guillermo Coppola, a su mansión y le hizo una oferta difícil de rechazar: un cheque en blanco.

En su momento, Coppola reveló que Berlusconi estaba dispuesto a duplicar el sueldo de Maradona en el Napoli: "'Si el Napoli le da 20, yo le doy 40; si le da 40, yo le doy 80'", manifestó el italiano en palabras del exrepresentante, a quien también ofreció un departamento valorado en dos millones de dólares, entre otros beneficios.

Tras la difusión de esa reunión, los hinchas del Napoli enfurecieron a tal punto de que llegaron a realizar una amenaza de bomba en el Canal 5 de la ciudad, propiedad de Berlusconi. En este contexto, Maradona convocó a una conferencia de prensa para desestimar el rumor. "Me enteré de que pusieron una bomba en una terminal del señor Berlusconi, que su editorial me quiere contratar para hacer el libro de mi vida, y ustedes (los periodistas) se meten en mis negocios. Yo de Napoli no me muevo", aseguró.

Diego Maradona vs AC Milan. Foto: Archivo. Diego Maradona vs AC Milan. Foto: Archivo.

El 24 de junio de 1993, La Gazzetta dello Sport tituló: "Una sensacional propuesta sacude el Calcio, el Milan llama: Maradona, ven". Berlusconi volvía a la carga por "Pelusa". Igualmente, las circunstancias eran diferentes: los "rossoneri" estaban en la cima del fútbol europeo, mientras que Diego venía de una temporada muy irregular con el Sevilla, tras haber pasado quince meses alejado de las canchas por haber dado positivo en un test antidrogas.

Pese a este contexto favorable, Berlusconi volvió a encontrarse con varios problemas, y es que la incorporación del astro argentino habría implicado superar el número máximo de extranjeros en el plantel. Por eso mismo, tras múltiples idas y venidas, el mandatario italiano se rindió ante la realidad: Diego siempre sería parte de Nápoles. 

"Maradona era el símbolo y la bandera del Napoli más grande de la historia, al menos hasta hoy. Las banderas no se compran y no se pueden mover. Hubiera sido como quitarle el corazón a toda la ciudad y trasladarlo a Milán. Hubiera sido injusto, no se podía hacer. El mismo Diego, que tenía una gran sensibilidad, compartía esta apreciación", reconoció el ex primer ministro casi veinte años después, en una de las últimas entrevistas que ofreció en vida. 

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