Tragedia del submarino Titan: ¿qué le sucede al cuerpo humano ante la falta prolongada de oxígeno?

Cuando el cuerpo se encuentra sin el oxígeno adecuado, el cerebro, siendo uno de los órganos más sensibles, se ve afectado y todas las funciones corporales sufren las consecuencias.

Por Canal26

Viernes 23 de Junio de 2023 - 11:02

Submarino Titan, de OceanGate. Foto: Gentileza Infobae. Submarino Titan, de OceanGate. Foto: Gentileza Infobae.

En torno al relevante caso de los cinco tripulantes del submarino Titán que desaparecieron en las aguas del Océano Atlántico, la falta de oxígeno fue una de las principales preocupaciones, dado que sólo contaban con un máximo de 96 horas de aire de emergencia cuando se sumergieron inicialmente. 

Luego de extensas búsquedas, la Guardia Costera estadounidense confirmó que los restos hallados este jueves pertenecían al sumergible, por lo que concluyeron en que no hay sobrevivientes.  El submarino desapareció cerca del lugar donde se hundió el Titanic, en el Atlántico Norte, y se enfrentó a diversos factores que complicaron cualquier intento de rescate.

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Además, según un artículo publicado por National Geographic US, aunque existía la posibilidad de que el submarino emergiera a la superficie (debido a las medidas de seguridad del Titán que le permitían regresar automáticamente en caso de averías), el agotamiento del oxígeno de emergencia dentro del sumergible afectaba las posibilidades de supervivencia de los pasajeros.

La Guardia Costera estadounidense confirmó el hallazgo del submarino Titan. Foto: Reuters.

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¿Cuáles son los efectos de la falta de oxígeno en el cuerpo humano?

La Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. (NIH, por sus siglas en inglés) explicó que el cuerpo humano puede experimentar falta de oxígeno debido a varios factores, como accidentes o enfermedades que afectan las vías respiratorias e interrumpen el suministro de oxígeno.

Cuando el oxígeno no está presente en cantidades suficientes para los tejidos corporales, se produce un estado llamado hipoxia. En esta situación, las células no pueden mantener su funcionamiento normal y puede haber una distribución inadecuada de oxígeno hacia los órganos.

Interior del submarino "Titan" de Ocean Gate. Foto: EFE Interior del submarino "Titan" de Ocean Gate. Foto: EFE .

La intensidad de la hipoxia puede variar desde leve hasta grave, y cada parte del cuerpo puede tener respuestas diferentes. Algunos tejidos pueden tolerar ciertos niveles de hipoxia durante períodos más prolongados, mientras que otros pueden resultar gravemente dañados por la falta de oxígeno, según informa el NIH.

Uno de los órganos más susceptibles a la falta de oxígeno es el cerebro. La hipoxia cerebral puede provocar la muerte de células cerebrales, lo que resulta en daños al órgano y, en casos más graves, puede llevar a la muerte.

Los síntomas de una hipoxia cerebral leve pueden incluir:

  • Dificultad para concentrarse.
  • Juicio y toma de decisiones inadecuados.
  • Pérdida de memoria.
  • Dificultad para controlar los movimientos.
  • Cambios en el color de la piel y/o los labios.

Sin embargo, si el cerebro permanece con bajos niveles de oxígeno durante más de cinco minutos, la persona puede caer en coma, en un estado de inconsciencia profunda, tener convulsiones o sufrir la muerte cerebral, que ocurre cuando no hay actividad medible del cerebro. 

El submarino Titan, desaparecido durante una experiencia a los restos del Titanic. Foto: Reuters.

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¿Es posible recuperarse de la falta de oxígeno en el cuerpo?

Según el NIH, el tratamiento de la hipoxia consiste en restablecer el flujo de oxígeno al organismo, dependiendo de la causa de la interrupción. Se pueden utilizar medidas de soporte vital básicas, como la ventilación mecánica, la administración de medicamentos para mantener la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y medicamentos para controlar las convulsiones.

Sin embargo, a medida que el tiempo sin oxígeno se prolonga, aumenta el riesgo de muerte o muerte cerebral, y disminuyen las posibilidades de una recuperación significativa. La privación prolongada de oxígeno puede tener efectos a largo plazo, como problemas de visión, dificultad para tragar y hablar, alteraciones del pensamiento y juicio, cambios en la personalidad y pérdida de memoria.

En estos casos, pueden surgir anomalías psicológicas y neurológicas como amnesia, alucinaciones, pérdida de memoria, espasmos y contracturas musculares. Por lo tanto, el tiempo es crucial para restablecer el flujo de oxígeno en el organismo y aumentar las posibilidades de una recuperación sin secuelas graves.

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